Jueves, 9 de julio de 2009
Mi esperanza
Léase 1ª de Pedro 5.6-10
Que nuestro Señor Jesucristo mismo..., que nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una buena esperanza, los anime...
-2ª a los Tesalonicenses 2.1617 (NVI)
MI vida ha estado llena de pruebas. Cuando tenía dos o tres días de nacida, casi muero debido al descuido de la partera. Desde entonces, he sufrido varias enfermedades. Cuando era adolescente, sufrí una cirugía del riñón que me dejó estéril.
Cuando me casé, decidí adoptar una niña, Iva. Aunque la amaba incondicionalmente, estaba muy triste porque ella también era enfermiza. Luché sola con sus enfermedades, sin el sostén de mi esposo, que era alcohólico. Eventualmente, Iva falleció en mis brazos a la edad de 13 años. Me sentí completamente indefensa, pero hice un esfuerzo para hallar fortaleza para la próxima prueba, el divorcio de mi esposo.
No hubiera estado viva en estos momentos si no hubiera conocido a Cristo. Cuando mi hija falleció y no podía hallar una dirección para mi vida, Dios me mostró el camino y me dio consuelo. A través de mis luchas aprendí una lección importante: no podemos culpar a Dios cuando sufrimos. Vivimos en un mundo imperfecto, pero Dios es perfecto y misericordioso. Dios es nuestra esperanza.
Sra. Anna Georgieva (Pleven, Bulgaria)
Oración:
Dios de toda compasión, ayúdanos a sentir tu presencia y consuelo en momentos de sufrimiento. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Cada persona sufre, pero los creyentes no tienen que sufrir solos.
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OREMOS:
Por quienes sufren los efectos de alguna tragedia.