Cómo Beneficiarse del Poder de Dios que Produce Cambio
Derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano.
La unción que recibisteis de El permanece en vosotros,
y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe;
pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas,
y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en Él.
Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
Jesús dijo:
"Pero una sola cosa es necesaria.
Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada." —
sentarse a los pies de Jesús y oír su palabra.
Lo que ha faltado es el poder de Dios
Sin el poder de Dios obrando en usted, no hay victoria, no se puede vencer. Hay tres fuentes de donde el poder de Dios es liberado para purificarlo: 1) el poder en la verdadera esperanza y el evangelio, 2) el poder de la cruz interior de la negación propia, y 3) el poder en el nombre de Jesús. Este poder de Dios obra en nosotros, y nos guarda a través de la fe hasta la salvación, la que consiste en ser liberado del pecado. Hoy el cristianismo está sin la cruz y sin la verdadera esperanza; y así, sin el poder de Dios, dejado sólo como una apariencia (cascarón vacío) del cristianismo original, sin la nueva vida de la nueva criatura, sin santidad, revolcándose en el pecado, haciendo alarde de su imperfección, pereciendo, cuyo fin es la destrucción. Porque sin el poder de Dios que es liberado para cambiar al hombre, su corazón está lleno de pecado y es inaceptable para Dios, independientemente de lo que sus labios puedan decir como forma de culto. La verdadera esperanza se encuentra detallada en Juan 14 y Juan 17 con los comentarios y las notas. Estos escritos están allí para mostrarnos cómo llevar la cruz interna de la negación propia con obediencia a su palabra que es hablada y escuchada, mientras meditamos en el nombre de Jesús: la combinación de todos, para acceder al cambio, el poder infinito de Dios para obrar en usted, limpiándolo, purificándolo, liberándolo de todo pecado, y llevarlo a la unión con Dios en su reino, mientras esté en la tierra y para siempre.
Muchas religiones meditan. ¿Cómo es esto diferente?
La diferencia entre la meditación cristiana y todos los otros tipos de meditación es que Cristo es el que hace el esfuerzo por nosotros. No tenemos que preocuparnos de ninguna técnica: incienso, campanas, cantos, mantras, respiración, etc. - porque solamente tratamos de estar quietos y pensar en su nombre mientras esperamos, escuchamos, y observamos; él hace el resto. Nosotros vamos a él para aprender y ser cambiados por su gracia. Muchas formas de meditación enseñan a ignorar todos los pensamientos y todas las voces, pero, a menos que usted obedezca las convicciones y los mandatos completos que oiga y entienda, no habrá progreso espiritual. Y la recompensa por la cual nos esforzamos excede grandemente cualquier cosa que los otros se puedan imaginar; no sólo la pureza, pero después de la purificación: morar en el Reino del Cielo mientras estemos en la tierra; comunión en el cielo con Cristo, el Padre, los ángeles, y los espíritus de los hombres y mujeres que han sido hechos perfectos en el pasado; comunión en el Espíritu con otros creyentes; y que cada uno de nosotros tenga un oficio y una función en el Cuerpo de Cristo y su gobierno. Así es como usted aprende de Él, es limpiado por Él, es guiado por Él y llega a conocerle a Él. El Espíritu Santo o Consolador o Espíritu de la Verdad le enseñará acerca del pecado y la justicia, lo llevará a toda la verdad, y le enseñará todas las cosas — si usted está en silencio, escucha, piensa en el nombre de Jesús, oye, y obedece.
Si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros. Y si yo voy, os lo enviaré.
Cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
En cuanto a pecado, porque no creen en mí;
en cuanto a justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis más;
y en cuanto a juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
.. y os hará saber las cosas que han de venir....
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre,
él os enseñará todas las cosas.