Jueves, 18 de marzo de 2010
Perdonar y olvidar
Léase Isaías 43.22-25
Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados.
-– Isaías 43.25 (NVI)
EN una ocasión, frustrado con los conductores agresivos, comencé a hacer una lista de sus números de matrícula para crear «El salón de la vergüenza». Apenas escribí algunos números antes de olvidarme de la lista. Recientemente la encontré, pero me pareció extraña. Hice un esfuerzo infructuoso por recordar lo que estas personas habían hecho para tener un lugar en «El salón de la vergüenza». No sentí enojo, ni indignación; sólo parecía una lista de números al azar.
Hasta esta experiencia, no podía entender completamente la importancia del pasaje bíblico citado arriba que dice: «y no se acuerda más de tus pecados». Debido a mi pobre memoria, descubrí una lista de ofensores sin sus ofensas. Yo sabía que eran «pecadores», pero ya no podía recordar más sus pecados. Ya no podía estar enojado con ellos.
A diferencia de mí, Dios no es olvidadizo; Él escoge no guardar un registro de nuestros pecados. Debido al sacrificio de Jesús, Dios nos ve, no como pecadores, sino como hijos puros y justificados. Con este ejemplo de perdón, nosotros/as también podemos ver como seres amados a quienes nos han ofendido.
Sr. Derek Sum Wei Siang (Perak, Malaysia)
Oración:
Señor, gracias por tu perdón total y final. Ayúdanos a perdonar a otras personas como tú nos has perdonado. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
El amor no guarda rencor (1ª a los Corintios 13.5).
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OREMOS:
Por los conductores agresivos.
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