Lunes, 22 de marzo de 2010
Rescatado del peligro
Léase el Salmo 40.1-17
[Dios] me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos.
-Salmo 40.2 (RVR)
IBA con mi padre por la orilla del río. Tenía tres años y no sabía nadar. Impulsivamente, me lancé al agua. No podía ver, ni respirar. De pronto, una mano fuerte me rescató: me hallé seguro en los brazos amorosos de mi padre.
A veces he hecho algo impulsivamente buscando riqueza, posición social o amor. Como cuando tenía tres años, me he encontrado aterrorizado, perdido y solo. En una ocasión me involucré en un negocio con personas inescrupulosas. Perdí todo mi dinero y mi esposa me pidió el divorcio. Me sentí avergonzado y comencé a orar. Busqué la dirección de Dios en la Biblia y el consejo de mi pastor. Al fin ví que, aunque había cometido errores serios, Dios me había perdonado. Mi corazón se llenó de paz; estaba seguro en los brazos amorosos de Dios.
No importa lo lejos que nos extraviemos, Dios nos pondrá nuevamente en el camino correcto. Si buscamos a Dios por medio de la oración, el estudio de la Biblia, la meditación, Dios nos rescatará del orgullo, del egoísmo y pondrá nuestros pies sobre la roca firme de una vida comprometida con Cristo.
Sr. William R. Nesbitt, III (California, EUA)
Oración:
Oh Dios, rescátanos de nosotros mismos y ubícanos sobre el fundamento firme de la fe. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Los brazos amorosos de Dios son un refugio seguro.
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OREMOS:
Por una relación más profunda con Dios.