Martes, 18 de mayo de 2010
Lea las direcciones
Léase 2ª a Timoteo 3.10-17
Pero que pida con fe, sin dudar...
-– Santiago 1.6 (NVI)
PARA su cumpleaños, nuestro nieto Camden recibió un helicóptero de juguete que requería armar las piezas. Después de que su abuelo armó todas las piezas, el juguete no volaba. Tanto su madre como yo tratamos de arreglarlo. Pero el helicóptero continuaba sin volar. Mientras trabajábamos con ahínco, Camden permanecía de pie, observando. Finalmente, con voz suave dijo: «Quizás debemos leer las instrucciones». Al escuchar sus palabras, nos reímos a carcajadas.
En ese momento, nuestra hija le aseguró: «Cuando tu padre llegue, lo arreglará». Así mismo sucedió. ¿Qué nos hizo intentar hacer algo sin tener direcciones claras? El orgullo y un falso sentido de seguridad nos impide aprovechar la ayuda que tenemos disponible.
Esto me hizo recordar las veces que había tratado de hacer algo por mi propia cuenta sin leer las instrucciones de Dios ofrecidas en la Biblia. En cambio, al desear conocer lo que Dios quiere que haga, debo buscar con fe, no con desconfianza (Vea Santiago 1.5-6). Cuando leo la Biblia y luego oro pidiendo dirección y sabiduría, Dios me guía con gracia abundante.
Sa. Carolyn Schemahorn (Missouri, EUA)
Oración:
Padre celestial, llena nuestros corazones con amor para ti y para otras personas. Perdona la arrogancia que se infiltra en nosotros. Ayúdanos a buscar tu dirección. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
El admitir que necesitamos ayuda de Dios es una señal de fortaleza.
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OREMOS:
Por quienes luchan con el orgullo.