La depresión luego del parto es una enfermedad que sufren una de cada 10 mujeres, es muy común y hay miles de mujeres que la sufren en silencio por ello debe tratarse para evitar que no se prolongue por meses o hasta por años.
Esta depresión surge entre el tercer y séptimo día luego del parto y en situaciones “normales” puede durar hasta 30 días, también se puede manifestar meses mas tarde del nacimiento.
No se sabe aún porque se produce, pero en algunos casos se le atribuye a los cambios hormonales que sufre la madre luego del alumbramiento; aunque halla sido un embarazo deseado y el niño se encuentre en perfecto estado podemos caer en esta depresión.
Cuales son los síntomas?
Generalmente los factores principales son la tristeza y la angustia, fatiga, irritabilidad, ansiedad, desbordamiento, falta de disfrute del bebé, insomnio, hipersensibilidad y pérdida de apetito; se presenta con síntomas propios de un estado depresivo, y la madre se siente con pensamientos hasta irracionales sobre como cuidará de su hijo, inseguridad con su pareja luego del parto, responsabilidad e inquietud sobre como organizarse.
Al sentir que el bebé la demanda se siente incapaz de responderle encerrándose en si misma en un estado de angustia que puede durar meses.
Que se debe hacer?
Cuando una madre cae en una depresión post parto muchas veces la familia no sabe como ayudarla, lo primero es buscar atención médica de apoyo a tiempo y ayudarla en el cuidado de su hijo lo máximo posible, plenamente la madre no se encuentra en condiciones de hacerse cargo totalmente del niño.
La madre debe saber lo que le esta sucediendo, que es normal, y tiene tratamiento; el apoyo de la pareja es fundamental hacerla sentir segura de su lazo, ser cariñoso y mostrarse voluntarioso en el cuidado el bebé.
Hay que entusiasmarla en las tareas que pueda hacerse cargo del niño, es muy importante no evadir sus responsabilidades hacia el bebé, y no dramatizar sobre lo que sucede.
La clave de la mejoría es detectar la depresión a tiempo, lo antes posible, existen en algunos casos factores hereditarios de esta situación, por lo que debemos preguntar en nuestra familia.
Estas mujeres jamás le harían daño a sus hijos ya que lo que mas les preocupa es no poder hacerse cargo de el y no darle todo lo que necesitan.
El apoyo familiar es fundamental y con la ayuda de un profesional, con oración y confianza en Dios, se puede salir adelante sin ningún problema en la mayoría de los casos.