Cómo olvidar las derrotas, si si son las que me proporcionan las victorias. Cómo olvidar los errores, si son ellos los que me dan las lecciones. Cómo olvidar la soledad, si fue ella la que me hizo entender mis amores y me trajo a mis amigos. Cómo olvidar las tristezas, si ellas hicieron que mi suerte cambiara. Cómo olvidar los planes fracasados, si el fracaso me puede enseñar a soñar.
Todo al final siempre se acomoda, si todavía no sucedió, es porque no llegó el momento.
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