Mi Lugar en el Mundo
Nadie en el mundo va a darme mi lugar si yo no lo ocupo primero.
Al que elige con firmeza su papel nadie le dicta el libreto ni le señala cuando debe entrar
o salir; solo yo soy el director, guionista y protagonista de mi historia.
No importa tanto en realidad si soy un actor secundario en la obra de otros, lo esencial es
que soy el actor principal en la mia, y también, en la medida de mi vinculo con Dios,
participo de la redacción de mi libreto.
Es irrelevante el tiempo asignado a mi papel, siempre será el necesario para que mi participación
en el plan del Supremo sea la esperada, pero cuido de no equivocarme de escenario: el mio es
aquel en el que se juega mi suerte, no la de otro, por apasionantes
que puedan parecer los libretos ajenos.
Esto que aprendo tiene que ver con la elección consciente de mi libertad en todos los niveles,
que me llevara siempre a negarme a la aceptación de ese papel que muchos asumen para
descansar de sus obligaciones: EL DE VICTIMA.
Indago profundamente en mi interior cual es mi sentir, cuales son mis talentos, cuales los
lenguajes con los que ansio expresarme, y luego actúo.
No me limito a una sola forma de expresión, emprendo la aventura de descubrir de cuantos
modos puedo llegar a los demás con mi mensaje.
Cada conducta es una forma de manifestación, no me limito al desempeño de un único papel en mi vida.
Cambio, amplio mi experiencia, me pruébo en cosas nuevas, ensayo algo distinto en mi casa,
en mi trabajo, en mis pasatiempos, en la forma de vincularme con los demás, en mi búsqueda
de Dios y en el modo de amar a los que amo.
No permito que el miedo, los prejuicios, la moda, la rutina o la presión de los demás
aplaquen esa potencia creadora que habita en mi interior, me expréso y no me
justifico, no explico, ni doy argumento.
Obra que, por cada uno que critico en voz alta, existen diez hermanos silenciosos que crecen
con mi ejemplo y a quienes mi coraje impulsa a buscar en si mismos la fuerza que me anima.
Existe una verdad en mi, a de ser develada y transformada en acción.
Esa verdad se refiere a mi esencia y a las características peculiares que me identifican. Dios
decidió que mi persona fuera única, original, nunca repetida; dare cuenta de eso ante el Señor.
A cada uno de nosotros nos compete manifestar la riqueza infinita de la Creación desarrollada,
lo que de distinto nos entrego el Supremo, quien a través de esa singularidad
elige manifestar "Su propia gloria".
SOY LA UNICA OPORTUNIDAD QUE TIENE EL MUNDO DE CONTAR CON ALGUIEN COMO YO