Fecundación artificial
|
En una carta enviada al presidente polaco Bronislaw Komoroswki, la Conferencia Episcopal de Polonia explicó los diversos peligros de la fecundación in vitro, como la eliminación de embriones humanos con métodos eugenésicos y la confusión acerca de la maternidad y paternidad de las personas concebidas mediante esta técnica artificial.
Cuando en el país se debate una ley que autorizaría este procedimiento, los prelados expresan sus serias preocupaciones y señalan que la fecundación in vitro "tiene enormes costos humanos asociados" ya que "para el nacimiento de un niño en cada caso se produce la muerte de muchas vidas, y además otros embriones son congelados".
“La ciencia y la fe -prosiguen- subrayan que desde el momento de la concepción tenemos a una persona humana, en este caso la persona humana en su fase embrionaria".
La carta advierte además que si bien el procedimiento de la fecundación in vitro no ha sido plenamente explorado en sus implicaciones sobre los niños concebidos con este método, existen evidencias de diversos efectos negativos sobre ellos como "la menor resistencia, la tendencia a ser prematuros, el bajo peso, las complicaciones y la frecuente incidencia de enfermedades genéticas".
La carta señala luego que "la fecundación in vitro es la hermana pequeña de la eugenesia, la peor combinación de una historia no muy lejana. Este proceso supone la ‘selección’ de los embriones, lo que significa matarlos. Se trata de eliminar embriones humanos más débiles, calificados como ‘insuficientes’, es decir eugenesia selectiva, condenada por el Papa Juan Pablo II y otras importantes personalidades".
En cuanto a las consecuencias sociales, los obispos de Polonia se refieren al hecho, por ejemplo, de que "un niño concebido con este procedimiento podría llegar a tener tres madres: la que educa, la genética (la donante) y la biológica (la que lo dio a luz). Algo similar ocurriría con la paternidad ya que muchos donantes del llamado ‘material genético’ son anónimos y sin embargo existen precedentes de hombres a quienes se les exige pagar los alimentos para el niño concebido que ayudaron a concebir con su ‘material’", generando además una "inevitable" redefinición de la paternidad, la maternidad y la fidelidad conyugal.
Tras resaltar que la fecundación in vitro no cura ni previene la infertilidad, los prelados se solidarizan con los matrimonios que la sufren y solicitan que el debate sobre este tema sea objetivo y respetuoso de la persona humana "en la fase actual de la historia polaca".+ |