Aquí estoy, futuro, mi vida abierta
hacia tu sombra.
Aquí, expuesta con paciencia y con reposo.
Te espero sentada en la penumbra
de los libros.
En este cómodo sillón
hecho de palabras.
Entre fantasmas que flotan
en la enorme biblioteca.
Aquí estoy, frente al ventanal, futuro;
aguardo tu visita.
Más allá el campo con frutos y fatiga.
Más aquí, un sendero, esperanzas
y dolores.
En mi taza de café nadan promesas
y sobre el escritorio arde
la vela del renunciamiento.
Aquí estoy, futuro,
pequeña que fui.
Infinitamente anciana,
ahora,
con el faro que sólo alumbra
el interior del miedo.
Ven, futuro, vacía el cántaro de mi existencia.
Otro tiempo llega.
Inexorable.
Susana Cattaneo