En un mismo latido
A ti, extensión de mi piel, extensión de mi alma.
A ti, prolongación de mi cuerpo, mitad de mi ser.
A ti, guardián de mis sueños, de mis pensamientos.
A ti, a ti te escribo, unión perfecta e infinita,
Surcador de mis trazos que siembra con sus manos océanos rugientes en mi pecho,
Mar bravío de caricias raudas e inmorales que lucha por encontrar mi desnudez,
Oleaje de fuego y pasión que me sacude con sólo rozarme,
Candor que rellena mis huecos;
Brazos, piernas, manos tuyas enredadas en mi cuerpo,
Locura candente que navega desde mis hombros hasta mi frente,
Desde mis pies a mi cintura,
De mis caderas a mi pelo.
Líneas que parecen hechas para mis líneas, que parecen el molde de mí misma,
Tus trazos, mis trazos, tu cuerpo y mi cuerpo,
Sublime comunión de los mortales ésta que nos une hoy en un mismo suspiro,
En una misma piel,
En un mismo latido.
Colaboración de Marta Sader García