Quiero besar hasta el aire que respiras,
perderme en los senderos de tu alma,
subir tus más altas montañas,
desnudarte despacio, sin prisa, con calma.
Quiero amarte sin tregua ni pausa,
sin palabras, si acaso sólo suspiros,
y ese chocar de cuerpos fundidos
como único ruido, entre silencios,
durante tanto tiempo contenidos.
Y después, cuando abras tus ojos
y se encuentren con los míos,
verás la estela de un te quiero,
sabrás que no sólo fue deseo.