Decirte que te amo
es un leve destello
de la luz que se escapa,
porque sabes muy bien
que no existen palabras
que puedan revelarte
la emoción de mi alma.
Quizás una mirada
sea más efectiva.
Es que la luz del alma
semeja un libro abierto
donde puedes buscar
los íntimos secretos.
O mejor el latido
del corazón que quiere
salírseme del pecho,
cuando siento tu piel
quemándome en el cuerpo.
Bastará una sonrisa,
una leve mirada
o un aluvión de besos.
Tal vez una caricia
que promete
una noche de ensueño.
Por eso, amada mía,
no hacen falta palabras.
El amor siempre tiene
un lenguaje secreto
en el misterio hermoso
de un corazón sincero.
(desconozco autor)