En la actualidad, ya son 15 los restaurantes adheridos como por ejemplo, las sucursales de Montecatini, La Fonte d`Oro y la casa de empanadas Empaipi entre otras. Todos los locales gastronómicos participantes ofrecen un menú o plato del día a un precio de venta inferior al de la carta con el fin de incentivar el aporte del público a la iniciativa. A través de cada uno de los platos pendientes que los comensales adquieran en los restaurantes, se brindará una comida para personas en situación de calle o bajo situación de pobreza en la ciudad de Mar del Plata.

La ONG Un Café Pendiente Argentina, nació en el mes de mayo bajo la iniciativa de Sol Verdier, una diseñadora gráfica de 25 años que ha revitalizado el concepto de cooperación solidaria. Miles de personas no sólo multiplicaron tazas de café para una comunidad que necesitaba de una infusión para comenzar su día. La iniciativa creció por la fuerza de voluntad y las ganas de ayudar de todas las personas que se involucraron con Un café pendiente. Espontáneamente, a las infusiones se sumaron otras actividades solidarias como incorporar al desayuno tostadas, galletitas, facturas o alfajores y además, los voluntarios se unieron para reunir donaciones de abrigo, frazadas, ropa y comida para las personas en situación de calle.

Un Plato Pendiente fue la evolución natural de una iniciativa cuyo objetivo es que todas las personas tengan derecho a alimentarse y además que compartan un almuerzo o una cena en el mismo bar o restaurante que aquellos comensales que pueden acceder al pago de un menú a la carta. La inclusión es el estandarte de un proyecto que va más allá de un plato de comida en si mismo, ya que establece un puente entre quienes quieren ayudar y quienes más lo necesitan.

La idea de reservar un desayuno, un almuerzo o una cena en restaurantes o bares surgió en el 2008 en Italia, y luego tras el éxito y el nivel de compromiso logrado España, México, Colombia y Costa Rica, sumaron sus cafés o platos pendientes.

En la Argentina, a tan sólo dos meses de su lanzamiento la iniciativa funciona en Mar del Plata, en Córdoba capital, Río Cuarto, en la ciudad de Santa Fé y Rosario. La solidaridad crece y se reproduce de distintas maneras, creando nuevos escenarios y horizontes, para la construcción de un mundo con mayor inclusión y equidad.