Mamá
Estaba oscuro... Solo el rayo de la luz de tus ojos. Me
enseñaste a respirar y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo. Soñaba
con colores y te imaginaba hermosa, fueron nueve meses en un mundo
rosa. Crecí de a poco con tu calor me alimentaba con tus caricias y
frases de amor. El momento llegaba iba a conocerte, estaba muy
protegida con miedo de perderte... Se hizo la luz una mañana de
febrero, mamá ahí estabas tú tan maravillosa y tan dulce como te había
imaginado. Aprendí con el correr del tiempo y en mis andanzas
peligrosas de cada uno de tus consejos valorados en cada acto de mis
diecinueve años, y soñando cada vez que me encuentro lejos, con tus
palabras que envuelven mis vivencias y acobardan los miedos de mi
juventud.
Colaboración de Luciana
Carelli Argentina
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