Anualmente hacemos propósitos que no llegamos a cumplir y luego nos sentimos terriblemente culpables por no poseer la voluntad para lograrlo.
Quizás sea porque no los hacemos muy conscientemente y nos dejamos llevar por el fervor de estos días proponiéndonos cosas que sabemos no llegaremos a cumplir quizás motivados por lo que los demás hacen o por dar rienda suelta a nuestra imaginación y soñar en grande tan solo por un día.
Todos anhelamos cambios en nuestras vidas y soñamos con la realización personal y profesional, con una mejor vivienda, con el coche ultimo modelo… pero también nos proponemos llevar una vida más sana, estudiar eso que siempre hemos querido, visitar ciertos lugares, conocer algunas personas, tener más hijos, escribir una canción o un libro… Ya sea que tus motivaciones sean materiales o espirituales, debes tener claro si son en realidad “tus resoluciones” o son lo que esperan los demás de ti o estás queriendo crearte una vida distinta, artificial, para salir del estado en que te encuentras.
Para poder cumplir las expectativas del año vamos a ponerle un poquito de luz –consciencia-voluntad– que son el ingrediente mágico para poder realizar cualquier cosa. Las redactaremos en un espacio de reflexión y calma conociendo nuestras capacidades, nuestros gustos y lo que nos acercará más hacia el camino que hemos trazado seguir… El segundo ingrediente puede ser la coherencia. No aspires a nada que no provenga desde tu interior. No anheles alcanzar cosas porque ya las obtuvieron otros, o para sentirte importante o tan solo por vanidad… Seguro que esas motivaciones no tiene la fuerza suficiente para impulsarte a lograrlas.
Una vez que tienes claros los objetivos a seguir empieza a trabajar con afirmaciones positivas, eso significa que debes hacerlas en tono positivo, no usando la negación por ej: “No quiero enfermar”. Bastará con decir: “La salud reina en mi vida”… Ni por broma uses la palabra “No” para comenzar una afirmación.
Teniendo claras tus resoluciones y apoyándolas con afirmaciones, solo queda aplicar tu mayor talento: Imaginar… ¿Quién no posee una imaginación fructífera? Todos somos dueños de una gran capacidad de imaginar y podemos trabajar con ella apoyando cada uno de nuestros propósitos figurándonos en cada situación deseada con todos los detalles cada vez…
Y por último puedes visualizar todos tus propósitos cumplidos haciendo una película mental con ellos y viéndola pasar en la pantalla de tu mente cada vez que lo desees…
Puedes creerlo o no, pero siguiendo todos estos pasos tú le estás dando energía a tus sueños y así podrás discernir si tus propósitos son realmente importantes para ti y si deseas realmente ocupar toda esa energía en verlos concretarse.
Ahora solo te deseo que puedas cumplir cada uno de tus propósitos anuales y logres alcanzar todas tus metas…
Recuerda que querer es poder…
Un abrazo para cada uno y mis mejores deseos de un 2011 próspero y feliz…