¡Nunca solo!
David, era el hijo de un pastor, y había llegado al
hogar para gozo y alegría de sus padres, pero, a poco de
nacer, empezó a manifestar síntomas de enfermedad que
llevaron a sus padres a recurrir al médico.
Tiene una debilidad en el músculo del corazón dijo el
médico y se ha roto la pared interior, de modo que la
sangre no se purifica, pues se mezcla la sucia con la
limpia. No sobrevivirá. Es muy débil.
Todos lloraban esta desgracia, la madre, los abuelos,
los amigos.
La Iglesia oraba, pero, el diagnóstico era tan adverso
que la fe de muchos estaba debilitada.
De pronto, su padre, se sentó al lado de la cunita de
David, e hizo algo, que a todos le pareció casi de poca
cordura.
Tomó su guitarra, y se puso a rasguear algunos acordes.
Creo que más de alguien pensó: " está perdiendo el
juicio a causa del dolor".
Pero de pronto, y a pesar que su voz no era de lo mejor,
sus labios empezaron a cantar:
SOLO NO ESTOY
JESÚS ESTA A MI LADO
AMIGO FIEL
QUE NO ME DEJARÁS
Prosiguió, mientras lágrimas salían de sus ojos
cerrados él seguía cantando este himno, mezcla de
oración y testimonio.
Terminó la tercera estrofa, y, empezó otra vez con la
primera, y de pronto, otros empezaron a acompañarle en
voz queda para no importunar al niño.
David hoy día, es Arquitecto Egresado de una prestigiosa
Universidad, se ha casado y es padre de una hermosa niña
y da testimonio diciendo que él vive, porque su padre
nunca dudó que Dios estaba a su lado.
Querido amigo, Jesús está a tu lado, pero, El obrará en
tu necesidad en la medida que, tu creas que su presencia
te acompaña ayer hoy y siempre.-
II Timoteo 4:17 "Pero el Señor estuvo a mi lado…"
Reflexiones bíblicas
|