UN CORAZÓN ENORME
 
Ama a tu prójimo como a ti mismo es el precepto evangélico fondo repetido. Resulta que, a menudo, no sabemos exactamente lo que significa.
 
Cómo mostrar amor por los demás? a veces nos pusimos fecha y vamos a visitar un hogar de ancianos. Nos centramos en traer dulces, frutas, dulces. Y que la distribución, de la mano, a través de toda prisa.
 
En otras ocasiones, dejamos ir porque no decimos tener dinero para comprar algo para tomar. ¿Cómo vienen con las manos vacías?
 
¿O piensan que, por esas criaturas solitarias, a menudo olvidados por la familia, la más importante es que alguien dar.
 
Esto significa tomar tu mano, llevar una tijera y cortar las uñas. Lijar ellos. Coloque una esmaltezinho. Tome un peine y cepillo y hacer un peinado diferente.
 
Lo que la mujer, de cualquier edad, que no les gusta sentirse bella?
 
Ama a tu prójimo es para servirle en el que, en la circunstancia que se presenta. Dar forma en el autobús es señal de la urbanidad.
 
Pero invitar a las personas mayores, personas con discapacidad o de la madre con el bebé en su regazo para sentarse, con una sonrisa y una frase sugestiva, tales como: Siéntate aquí. Será más cómodo - es el amor al prójimo.
 
Esto nos recuerda la famosa heladería, siempre lleno de gente en los días calurosos.
 
Delicioso helado. Sabores surtidos. Clientela bien atendido.
 
Hombres, mujeres, niños, toda la línea y esperan pacientemente su turno.
 
Todo por un helado sabroso. Refrescante.
 
Niña sola con dinero en la mano, también entró en la cola. Esperó, sin quejarse, incluso cuando algunos niños se han ido antes que él, sin contemplaciones y sin cortesía.
 
Cuando llegó a la caja antes de que pudiera decir nada, el oficial le ordenó salir y leyó el letrero en la puerta.
 
Ella bajó la cabeza, tragó saliva y salió. Y leer el cartel y grandes, a las puertas: Prohibido ir descalzo!
 
Miró a sus pies descalzos y sintió que las lágrimas acuden a sus ojos. El sabor de helado no compró la dilución de la boca.
 
Fue retrocediendo, la cabeza hacia abajo, cuando una mano fuerte le tocó el hombro. Él era un gran hombre alto. Para la niña, que parecía un gigante.
 
Fui con ella a la acera, se sentó y tomó su número cuarenta y cuatro los zapatos y los colocó frente a ella.
 
A continuación, la suspendió y metió sus pies en sus zapatos.
 
Yo estoy aquí, esperando. - Dijo. Ve por tu helado! Yo no tengo prisa.
 
Ella estaba deslizando los pies, arrastrando los zapatos, a la caja. Compró su forma y salió victorioso, con su helado en la mano.
 
Cuando hizo volver los zapatos para el hombre, los pies grandes, gran barriga, ella se dio cuenta de que si tenía enormes pies, mucho más grande todavía era su corazón.
 
* * *
 
Ama a tu prójimo es la alegría de alguien, no importa lo insignificante que parezca.
 
Usted tiene ojos para ver la necesidad se refleja en los ojos tristes.
 
Usted tiene oídos para oír los sollozos ahogaron en la garganta y aplicaciones no expresado.
 
Ama a tu prójimo es simplemente tener la capacidad de mirar un poco más allá de sí mismo.

 
Redação do Momento Espírita, com base no cap.
 Pés grandes, coração maior ainda, de autor desconhecido,
 do livro Histórias para aquecer o coração dos pais, de 
Jack Canfield, Mark Victor Hansen, Jeff Aubery, 
Mark & Chrissy Donnely, ed. Sextante.

Gracias por compartir Anne,
saludos y besitos