Regalándonos una noche maravillosa donde nadie más exista, solo tú y yo. Me desaré lentamente de cada una de mis prendas y dejaré al descubierto mi alma y mi cuerpo para ti. Seduces mis neuronas con la magia de tus versos, porque tus besos me encantan, esos que me das con la mirada y aquellos que dejan felicidad ... en mis labios.
Déjame conjugar con miel el verbo amar en tu piel, porque hoy tengo ganas de amarte, tú eliges si lo hago con palabras a besos o con versos que provocan los más exquisitos deseos de saberme tuya.
Hoy considero que solo mi piel se alimenta de las delicias de tu amor, cuando seduces mis neuronas con la magia de tus versos, fingiendo inocencia para terminar juntos en mi cama, en la tuya o donde sea.