Una tarde cálida, salió a pasear,
buscó aquel lugar lleno de recuerdos
Sé recostó en la pared, estaba el sol en su espalda
y notó la frescura de la pared.
No tenía prisa, nadie la esperaba.
Ella solo fue a reencontrarse con aquellos recuerdos.
Los que quizás quedaron en aquellas piedras, en el frescor de la hierba.
Buscó sentir su presencia, le costó encontrarla,
por que ella no estaba en aquel lugar.
Ella va siempre con ella, tan sólo tiene que cerrar sus ojos
y extender sus manos, la tibieza de su piel vuelve a ella.
Así como su sonrisa, el tono de su voz, aquel que la enamoró.
Sus ojos oscuros que brillaban en la noche
igual que estrellas, así su brillo se reflejaba en ella.
Su olor, el que quedaba en su pelo, en su piel.
El tibio calor de sus labios.
Cómo poder olvidar si todo vuelve cuando piensa en él.