Y florecían mis besos… en el jardín de tu boca,
Cuando tu alma se abría y las ganas no eran pocas.
Descongelaste el invierno, engendrando primaveras,
Mejor llegar al final, que haber sido la primera.
Sembraste con tus labios en los surcos de mi boca,
Girasoles con tus besos, cuando el amor nos convoca.
Llovían los aguaceros, de sentimientos que emanan,
Del amor que sólo surge, cuando dos seres se aman.
Y cosechamos cariño… en los campos del deseo,
Abonando sentimientos, que surgen cuando te veo.
Eran días de la siembra, de un sentimiento bisoño,
Recogimos la cosecha, cuando floreció el retoño.