¿Lo Qué Desaparece? ¿Lo Qué Aparece?

"Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y
cubierto su pecado" (Salmos 32:1).

Observamos una nube si moviendo a través del puro azul del
cielo y, por fin, desaparece para siempre. Nunca más veremos
aquella nube nuevamente. De la misma forma Dios actúa en
relación a nuestros pecados. Creemos en Su hijo,
Jesucristo, como Señor y Salvador y reconocer nuestros
errores, Él les paga completamente de nuestra vida como
hace desaparecer la nube concluyentemente de nuestra visión.

Somos hijos de un Dios misericordioso que tiene placer en
 concedernos lo que hay  mejor. Podía virar la espalda
para nosotros, transgresores, fallos, pecadores, pero
prefiere  recibirnos con  brazos abiertos. Sabe cuando Lo
ignoramos, cuando privilegiamos cosas baladíes y pasajeras,
cuando Lo tocamos por nuestros propios intereses, pero asi
mismo  nos ama, nos ofrece oportunidades, nos muestra la
puerta de la victoria.

Cuando andamos lejos de Sus caminos, no nos abandona. Cuando
Le decimos "no", Continúa junto a nosotros, en la
expectativa de que alteremos de opinión, para nos abrazar,
para acariciarnos, para  protegernos.

Que grande maravilla es poder experimentar el perdón del
Señor. La indiferencia desaparece en el horizonte de nuestro
arrepentimiento, la ingratitud, la rebeldía, el egoísmo, la
vanidad y todo lo que había de impedimento para una perfecta
relación son sepultados en el océano del olvido de nuestro
Dios. Él nos transforma, nos aviva, nos hace relucir como
una alhaja preciosa. Los pecados desaparecen mientras lo
brillo de una nueva vida restaurada empieza a ser visto por
todos.

¿Anhela la desaparición de sus pecados? Anhela el ¿comienzo
de una nueva vida, plena de bendiciones? Abra el corazón
para el Señor. Usted encontrará la verdadera felicidad.