Abriendo La Puerta Del Corazón

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz
y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo" (Apocalipsis 3:20).

Un corazón lleno de amor es un corazón feliz. Es amable para
con todos; es un corazón que tiene placer en compartir; es
un corazón que sabe perdonar. ¿tiene usted un corazón lleno
de amor?

El mundo actual parece un caos. Andamos por las calles y
vemos personas yendo y venido. La mayor parte de ellas está
con prisa, tiene mucha cosa a hacer, muchos intereses a
realizar. Pocos se hablan,Pocos se hablan, pocos se saludan. No hace tiempo
a perder -- y tiempo es dinero.

¿Lo qué está equivocado? ¿Hay algo equivocado? Parece que un
algo está faltando en los corazones... falta amor. Y ¿por
qué falta amor? Porque falta Dios. Dios es amor y solo habrá
amor en los corazones cuando les vaciemos de nuestros
intereses y, abriendo sus puertas, dejemos el Señor entrar.

¿Lo qué ha ocupado el lugar del amor en nuestros corazones?
¿Cosas del pasado? ¿Resentimientos contra parientes y
amigos? ¿Egoísmo desorbitado? ¿Complejos de superioridad...
o inferioridad? ¿Eso nos da placer? Con certeza la respuesta
es "no".

¿Qué tal hacer inmediatamente una limpieza? Vamos a barrer
todo y recibir un nuevo invitado -- el amor. Con él
presente, el nuestro corazón estará siempre abierto para el
perdón, para el reconocimiento del valor de los amigos, para
el deseo de ayudar, para la alegría y la dicha.

Con el amor presente y Dios dirigiendo cada momento de
nuestras vidas, nuestros días serán más alentados, habrá más
sueños a realizar y más bendiciones a recibir.

Abra su corazón para Dios... para el amor... para una vida
verdaderamente abundante.

MIGDALIA