Obstáculos, A veces, Son Grandes Bendiciones

"...pero yo cumplí siguiendo al Señor mi Dios" (Josúe 14:8).

Charles Harvey, del Texas, USA, se sentía un poco nervioso
al seguir para una entrevista importante de trabajo. Él ya
estaba quince minutos atrasado y con mucha prisa, cuando
pasó por una señora de media edad que estaba parada con un
neumático agujereado. "Mi conciencia me hizo parar", dijo
él. "Cambié su neumático y corrí apresurado para la
entrevista, creyendo que ya podía olvidar aquél empleo". De
cualquiera manera, rellenó el formulario de solicitación de
trabajo y fue para la oficina del Director de Personal.
¿Tendría él conseguido el trabajo? Ciertamente que sí. El
Director de Personal lo contrató inmediatamente. El Director
era la mujer a quien ayudó a cambiar el neumático.

Muchas veces somos sorprendidos con obstáculos que se irguen
a nuestra frente exactamente en el momento en que caminamos
en dirección a la realización de un grande sueño. Nos
ponemos desesperados, creemos que todo está perdido, que el
fracaso es definitivo. Podremos estar completamente
engañados. Dios sabe todas las cosas y, sin que percibamos,
Estará nos suministrando la puerta de entrada de una
grandiosa bendición.

El grande secreto para un final feliz es nunca desalentar o
desistir de nuestros sueños. Si caemos, debemos levantarnos
inmediatamente y seguir enfrente. si fracasamos, debemos
recomenzar con el mismo fervor y determinación. Si alguien
nos manda parar o escarnecer de nuestra insistencia,
miremos para el alto, para el Señor de los señores, y
agradezcamos por somos más que vencedores.

Si nuestra victoria está demorando un poco, no murmuremos.
Si nuestra caminata encuentra piedras y agujeros,
agradezcamos al Señor por todo. Todas las cosas cooperan
para el bien de los que Lo aman. Sepamos esperar,
reconozcamos que las cosas de Dios tienen el tiempo cierto.

Si su sueño aún no se realizó, no deje de confiar en Dios.
Si, mientras espera, surgir la oportunidad de ayudar en la
realización del sueño de otra persona, lo haga con placer.
Usted se alegrará con la victoria de los amigos y, cuándo la
tuya llegar, la felicidad será muy mayor.