LA CRITICA Y EL PREJUICIO EN EL MATRIMONIO

Es necesario, fundamental y elemental, controlar estas actitudes en la relación matrimonial. Mateo 7:1-5 No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: "Déjame sacar la paja de tu ojo", cuando tienes la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. Es impresionantemente común ver como muchos matrimonios hoy en día se juzgan y se critican mutuamente. Es triste ver como cada día muchos matrimonios se rompen porque se lastimaron demasiado con juicio y críticas mutuas constantes. La instrucción de nuestro Padre Celestial, diseñador y creador de la raza humana y del matrimonio, es que no Juzguemos, para que no seamos nosotros también juzgados. Todas las personas nos equivocamos y cometemos errores al menos ocasionalmente. La información almacenada en el sistema de creencias de cada persona, establece directamente sus parámetros de pensamiento y por consiguiente su comportamiento y su estilo de vida. La educación, la cultura, las situaciones vividas en la vida, los eventos traumáticos, el medio ambiente en que nos desarrollamos y los conceptos de vida aprendidos en la vida, componen y definen nuestro sistema de creencias. Hay personas que no expresan sus sentimientos con libertad y guardan “secretos” en sus mentes. Toda esa información en la mente de una persona es la que la hace comportarse de tal o cual manera. Por esa razón, Dios nos ordena nunca juzgar a nadie, ni criticar a nadie; no sabemos que hay en la mente de las personas. Porque un cónyuge se porta de cierta manera que nos parece incorrecta? La respuesta es que él o ella tienen información en su mente que le hace comportarse de esa manera. En consecuencia, el tratamiento de esta situación, es primeramente teniendo la comprensión necesaria, y segundo hablar con la persona para ayudarle a identificar la razón del comportamiento y traerlo a la luz de la palabra de Dios para renovar el entendimiento y cambiar el concepto mental incorrecto. Nosotros también debemos dejarnos ayudar para identificar patrones de pensamiento incorrectos, para sustituirlos por principios bíblicos de vida que nos ayudarán a mejorar nuestro comportamiento como hijos de Dios, como esposos(as), como padres, como hermanos y compañeros. Con frecuencia es necesario buscar ayuda profesional bíblica que nos ayude a identificar creencias y conceptos incorrectos para sustituirlos por los pensamientos y conceptos de la palabra de Dios, que es la verdad absoluta. Si los cónyuges están en desacuerdo con respecto a cualquier concepto, el juez perfecto es la palabra de Dios para establecer el concepto verdadero en cualquier circunstancia de la vida. Evite criticar a su cónyuge. La crítica nunca va a producir un efecto positivo. La crítica es una actitud destructiva. No existe algo como crítica constructiva! En vez de criticar a tu cónyuge, toma tiempo para sentarte con él o ella y ábrele tu corazón de cómo te sientes respecto a una situación dada, pero sin criticar ni juzgar. La mayoría de las veces las personas que tienen una actitud de crítica y juicio, se debe a que tienen raíces de amargura en su corazón, y necesitan de un tratamiento de sanidad interior. Antes de criticar o juzgar a tu cónyuge, piensa en tus propias debilidades o defectos, y comienza a tratar tu debilidad antes de criticar y juzgar a tu cónyuge y nunca mandes a tu cónyuge a buscar ayuda sin antes sanar tu propio corazón. Toma hoy la decisión de fortalecer tu vida espiritual y la decisión de no juzgar ni criticar a tu cónyuge. Fortalece tu vida espiritual para sanar tu propio corazón! Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO! MIGDALIA