Debemos ser liberados de ser el centro de nuestras vidas,y cuando permitamos que el Espiritu Santo nos ayude, El lo hará transformandonos a la imagen de Jesucristo. Jesus dio su propia vida por los demas, de modo que lo menos que podemos hacer es darnos para el beneficio de los demas. De hecho, el verdadero gozo surge de dar nuestra vida, no de luchar por mantenerla. Romanos 15.2 dice: "Cada uno debe agradar al projimo para su bien, con el fin de edificarlo". Cuando usted de de sí para los demas, en vezde sólo pensar en usted mismo, Dios lo recompensara y le asegurara que sea sumamente bendecido.Joyce Meyer