Dos situaciones muy parecidas en donde hubo milagros del Señor, ambos eran gentiles (el centurion y la mujer cananea), ambos piden por otros y a ambos Jesus les elogia su fe y se produce el milagro en el mismo instante que declaran fe con su boca...DEBEMOS TENER FE Y LA FE VIENE POR EL OIR LA PALABRA DE DIOS
Jesús sana al siervo de un centurión
Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Mateo 8.10
La fe de la mujer cananea
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. Mateo 15.28