La Necesidad De Nacer De Nuevo "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3). La necesidad del nuevo nacimiento es avispadamente retractada en la vida de George Whitefield. A los 16 años él se sintió hondamente condenado por sus pecados. Hizo de todo para volverse aceptable para Dios. Él escribió, "yo ayunaba por 36 horas dos veces por semana. Yo hacía oraciones formáis varias veces durante el día y casi morí de hambre durante los largos períodos sin comer, pero, me sentía cada vez más miserable. Entonces, por la gracia de Dios, encontré Charles Wesley que abrió la Biblia delante de mí y me mostró que yo debía 'nacer de nuevo' o continuar como un perdido para siempre". Finalmente, Whitefield comprendió que debía confiar en Jesucristo. Creyó y fue tanto perdonado como transformado. Más tarde, se volvió un pastor y predicó por lo menos mil veces sobre el asunto: "Nacer de nuevo". ¿Estamos satisfechos con el rumbo de nuestras vidas? ¿Creemos, realmente, que lo que hemos experimentado es el mejor para nosotros? ¿Sabemos para dónde estamos yendo? ¿Estamos plenamente satisfechos con lo qué somos? Si no alcanzamos la plenitud de la felicidad anhelada, ¿qué hemos hecho para alterar la situación? ¿Hemos buscado nuestra realización personal en fiestas, en juegos, en la bebida, en los placeres qué el mundo ofrece? Y si nuestra respuesta es "sí", ¿hemos alcanzado éxito en nuestras tentativas? El mundo nada tiene a ofrecernos que garantice nuestra felicidad. Las formalidades de la religión también no tienen. Nos esforçamos arduamente y nada acontece. ¿Y por qué? Porque la verdadera felicidad solo puede ser lograda en Cristo Jesus, nuestro Señor y Salvador. La vieja naturaleza debe ser dejada para detrás y una nueva vida espiritual debe empezar a hacer parte de nuestros días. ¿Usted ya nació de nuevo? ¿Ya conmemoró un cumpleaños espiritual?   Buenas noches Fondo Sra Sara