SI AMAR EN EL MATRIMONIO FUERA FACIL!
Amar desde la perspectiva del que diseñó el amor, no es fácil, pero si es posible!
Si amar fuera fácil, no habría tanto dolor y sufrimiento en el mundo. Si amar fuera fácil, no habría divorcios; no habría peleas; no habría ofensas y si las hubiera, se sanarían de inmediato con el perdón que es un reflejo del amor.
Si el amor fuera fácil, no habría mentiras ni engaños; no habría indiferencia; no habría abandono ni olvidos. Si el amor fuera fácil no habría egoísmo ni orgullo.
Definitivamente amar no es fácil. Sin embargo nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos dejó dos mandamientos como la clave de toda la vida Cristiana:
Lucas 10:27: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y luego Jesucristo agregó que si cumplimos estos dos mandamientos, habremos cumplido toda la ley de Dios, seremos salvos e iremos al cielo.
Juan 14: 15-16: Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro "Consolador" para que los acompañe siempre. 15:21: ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. Evidentemente, amar a Dios tiene que ver con la obediencia a su palabra. Es imposible decir que amamos a Dios y que tenemos paz, si desobedecemos sus instrucciones para nuestra vida.
Además, si amamos verdaderamente a Dios, se nos hará mucho más fácil amar al prójimo. Amar al prójimo tiene que ver con la decisión de "morir a nuestro egoísmo y orgullo" para servir y atender al prójimo. Recordemos que nuestro primer prójimo es nuestro cónyuge. Entonces si quiero ser obediente a mi Padre Celestial, debo tomar la decisión de amar a mi cónyuge incondicionalmente, sirviéndole, atendiéndole y procurando siempre su bienestar. Esta actitud no está reservada para los mártires, sino para los hijos de Dios que quieren honrar su palabra. Y eso no es fácil! Pero es la voluntad de Dios!
Entonces estamos en un dilema: obedecemos a Dios a pesar de, o decidimos desobedecerle y justificarnos con razonamientos humanos. Para Dios los razonamientos humanos son evidencia de rebeldía y soberbia, al pensar que Dios entenderá las justificaciones humanas y las tendrá que aceptar. Dios nos diseñó y nos creó con la capacidad de ser obedientes a su palabra. Sin embargo, la voluntad es decisión del hombre.
Amar como Dios nos lo manda, no es fácil y Dios lo sabe; por esa razón, nos dejó otro "Consolador" que es el Espíritu Santo, para que nos ayude en nuestra debilidad y podamos lograr cumplir el mandamiento de Dios. Pero para obtener la ayuda del E.S. debemos tomar la decisión de ser obedientes a la palabra de Dios y buscar su presencia permanentemente. No podemos obtener su ayuda si no nos alimentamos espiritualmente.
Hay casos especiales, por ejemplo cuando hay abusos físicos y emocionales de parte de uno de los cónyuges. En tal caso, siempre hay que perdonar, pero se debe poner límites a esa relación.
Dios es Amor, y solo conectados a EL podremos tener el amor necesario para amar a nuestra familia.
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
MIGDALIA
| | | | | |
| | |