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General: PAPÁ OLVIDA
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Paqui  (Mensaje original) Enviado: 25/02/2010 22:39

 

 

 

Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida
 bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida.

He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la

biblioteca, sentí una hola de remordimiento que me ahogaba.

Culpable, vine junto a tu cama.

Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo.

Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste

caer algo al suelo. Durante el desayuno te regañé también.

 Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado.

Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con la

mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren,

te volviste y me saludaste con la mano y dijiste:

“¡Adiós, papito!” y yo fruncí el entrecejo y te respondí:

 “¡Ten erguidos los hombros!”

Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi,

de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé

ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mí.

Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más

cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso.

¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca

y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido?

 Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción,

vacilaste en la puerta.“¿Qué quieres ahora?”, te dije bruscamente.

Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera

 y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus bracitos

me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu

corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agostar.

Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera.

Bien, hijo: poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos

 y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre?

La costumbre de encontrar defectos, de reprender;

ésta era mi recompensa a ti por ser un niño.

No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti.

Y medía según la vara de mis años maduros.

Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter.

Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas.

Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme

 esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado

hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza.

Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas

si te las dijera cuando estás despierto.

Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero,

 y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua

cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que

 decirme, como si fuera un ritual: “No es más que un niño, un niño pequeñito”.

Temo haberte imaginado hombre.

Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres

un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza

en su hombro.

He pedido demasiado, demasiado…

W. Livingston Larned

 

 

 

 

 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: mujervirtuosa8 Enviado: 26/02/2010 01:35
Saludo255Fgrac255Fp255Fparticipar.gif GRACIAS image by lalanev_2008
 
lolabnoches9ay.jpg picture by viumor2
HERMOSO ESCRITO PAQUI, GRACIAS. MIGDALIA

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 26/02/2010 19:30
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