Bendito Padre celestial, estamos tristes porque ya nuestra hermana no esta entre nosotros, pero nuestro espíritu se goza porque sabemos que ya esta en tu presencia,
que es el lugar donde hay dolor , ni llanto , ni tristeza.
Ella te ha amado y servido y ahora está contigo.
Ahora estamos entristecidos por su ausencia pero agradecidos a ti que has estado a su lado en el dolor y tomaste su mano para cruzar el valle, gracias mi Dios.
Rogamos a ti por el consuelo para su familia.
No es facil para los que quedan aquí, fortaecelos en corazón y alma, derrama sobre ellos tu poder y sobre todo cubrelos con
tu paz.
Gracias Señor amado, has hecho tu voluntad y nosotros te damos gracias sabiendo que tu eres soberano y has decidido llevarla contigo, en el nombre de Jesús, Amén