¿QUE ES VIRTU@L?
Cierto día entré apurado y con mucho apetito a un restaurante.
Escogí una mesa quería aprovechar y concretar algunas ideas de programación, de un sistema que estaba desarrollando.
En ese instante me llevé un susto con aquella voz bajita detrás de mí: ¿Señor, me regala una monedita?
No tengo, pequeño.
Solo una monedita para comprar un pan.
Está bien, yo te compro uno.
Señor, pida que le pongan mantequilla al pan y queso también
OK, pero después me dejas trabajar, estoy muy ocupado, de acuerdo? Hice el pedido del pequeño, y el mozo me preguntó si quería que el niño fuera retirado y dije “no, está todo bien”. Déjelo que se quede. Traiga el pan y una comida decente para él.
Señor, que está haciendo? Estoy leyendo e-mails
Y que son e-mails? Son mensajes electrónicos enviados por personas vía Internet.
Es como si fuese una carta, solo que se envía por Internet.
Señor, usted tiene Internet? Si tengo, es esencial en el mundo actual
¿Y que es Internet, señor?
Es un lugar en la computadora donde podemos ver y oír muchas cosas, noticias, música, conocer personas, leer, escribir, soñar, trabajar, aprender. Tiene todo en un mundo virtual.
¿Y qué es lo virtual, señor?
Virtual es un lugar que imaginamos, algo que no podemos tocar. Un lugar en el que creamos un montón de cosas que nos gustaría hacer. Creamos nuestras fantasías, transformamos el mundo en casi como quisiéramos que fuese.
Que bueno, me gustó! ! ! Pequeño, usted entendió lo que es virtual?
Si señor, yo también vivo en este mundo virtual. Y tú tienes computadora?
No, pero mi mundo también es de ese estilo... Virtual Mi madre llega muy tarde y casi que no la veo. Yo paso cuidando a mi hermano pequeño y le doy agua para que él piense que es sopa.
Mi hermana mayor cada el día, dice que va a vender su cuerpo, pero ella vuelve con su cuerpo.
Mi padre está en la cárcel hace tiempo.
Y yo siempre imagino a la familia junta en casa, comida, juguetes en Navidad, y yo en la escuela para ser un gran médico algún día.
Esto no es virtual, señor. “Gracias señor” y una bella sonrisa.
En ese instante, tuve la mayor prueba del virtualismo insensato en que vivimos todos los días... la cruel realidad rodeada de verdad... y hacemos de cuenta que no la percibimos!
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