Cuando hablo de la vid y los pámpanos pienso en el misionero Jodsyn Tailor. El fue a China. No sólo le faltaba todo, sino que no tenia ni dinero ni ayuda de nadie. Tanto era el peso que de tanto estresarse quedó con debilidad mental. Su hermana le escribió y le dijo que Dios le mandaba unas palabras y que leyera Juan 15. Al leerlo el sol lo alumbró y pensó que si él era la rama y Dios la vid no tenia de qué preocuparse. La rama se alimenta y recibe agua de la vid, he sido un tonto al preocuparme. Compendió que estaba luchando con sus fuerzas y desde ese momento entregó todo a Dios y le dijo que se hiciera cargo. Entonces comenzó a recibir respuestas de Dios en todo momento. Es cierto nada podemos hacer con nuestras fuerzas. Dios obra a travez nuestro. Si dependemos de El hace que llevemos frutos. Si pensamos de dónde sacar dinero, gente, o recursos tratando de hacer el trabajo de Dios, entonces sólo viviremos en sacrificios. Miren a los pajaritos. Después de volar se sientan y ni pueden respirar de cansados. Esa es nuestra imagen. Pero observen a un águila, extiende sus alas y chuuuu vuela por horas. Los cristianos deben ser como el águila. Debemos dejar todo en manos del Señor y volar. Yonggi Cho