SEAMOS LUZ

Ss dice que un niño, encontró entrabierta la puerta done estaba Jesús

Acercate le dijo Jesús con gran ternura.

¿Porque tienes miedo?

No me atrevo, no tengo nada que darte

Me gustaría que me dieras un regalo,

le dijo Jesús.

El pequeño erojeció de verguenza

y balbuceó:

De verdad no tengo nada, nada es mío

Si tuviera algo mío te lo daría.

Mira, y buscando en los bolsillos de su pantalón, sacó una hoja de un cuchillo

que había encontrado.

Es lo que tengo, si quieres te la doy.

No, contestó Jesús, guárdala.

Quería que me dieras otra cosa.

Me gustaría que me hicieras tres regalos

Con mucho gusto pero, ¿que?

Ofreceme el último de tus dibujos.

El chico, cohibido, enrojeció,

Se acercó a Jesús y dijo:

No puedo, mi dibujo es horrible,

¡Nadie quiere miarlo!

Justamente por eso lo quiero. Tu puedes

ofrecerme lo que los demás rechazan y

lo que no les gusta de ti.

Además quisieera que me dieras tu plato.

Pero, lo rompí esta mañana tartamudeó el chico.

¡Por eso lo quiero!

Debes ofrecerme siempre lo que está roto en tu vida, yo quiero arreglarlo.

Y ahora insitió Jesús: repíteme la respuesta que les diste a tus padres cuando te preguntaron cómo habías roto el plato.

El rostro del muchacho se ensombreció, bajó la cabeza avregonzado y tristemente murmuró: Les mentí.

Dije que el plato se me cayó de las manos, pero no esra cierto.

¡Estaba enojado y lo tire con rabia!

Eso es lo que quería oirte decir, dijo Jesús. dame siempre lo malo que hay en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus crueldades, tus cobardías.

Yo voy a encargarme de ellas.

No tienes necesidad de guardarlas. Yo te ayudaré a superar tus debilidades y defectos; Quiero que seas feliz y siempre voy a perdonarte tus faltas. Y a partir de hoy, me gustaría que vinieras todos los días a mi casa.

Es mejor que:

Al triste no le preguntes la historia de su desgraciaa.

Mejor dile que en ti tiene un amigo.

Al que llora, no le escarbes el el origen de su llanto.

Mejor dile que tu tienes un hombro, un pañuelo, una sonrisa.

Al que anda tambaleando por la vida, no le analices por qué no ha llegado nunca a ninguna parte.

Mejor dile que tu tienes una luz, un consejo, y un bastón por si llegará  necesitarlos.

Al que anda sin templo, y sin oración no lo preguntes po qué es un descreído.

Mejor enseñale de Dios, y ponlo en lo secreto de tu oración.

A esos que hacen un caos de su vida, no les perguntes que causa su confusión.

Mejor enseñales el rostro sosegado de la fe, y el fluir constante de tu serenidad.

Al que anda dolido y agotado con su cruz, no le preguntes por qué le pesa tanto.

Mejor ponlo en posición de que Dios se irradie sobre él, y poco a poco le irá llegando su luz.

Al que se resiste a seguir, y se siente vencido, no le andes por las normas, las deducciones y los raciocinios.

Mejor dale la mano y dile: ¡Voy contigo!.

No le preguntes a cada ino su necesidad

Mejor demuéstrales que hay un Dios, que hay una oración. ¡Y hay un milagro para él!.

Aprendamos a ser luz de una manera muy sencilla.

El mundo lo ncesita.

 

  

 

 

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