Juicio

"Anima igualmente a los jóvenes a ser juiciosos." Tito 2:6 "

Juicioso es prudente

Tito era un joven que vivía en una sociedad complicada. En un lugar donde hacer trampa, mentir, robar, acostarse con las prostitutas del templo o emborracharse era lo mas común y lo habitual, el se mantenía distinto.

Cuando todos hacían cualquier cosa con su vida, Tito se portaba bien. Era el típico joven viejo. El hombre que no se divertía. Tito para sus compañeros era un aburrido. No perdía tiempo en tonteras, no hacia locuras. Era una persona juiciosa.

Y había un gran contraste entre el y todos los de su generación. Parecía como si se estuviera perdiendo de algo, que le faltaba disfrutar la vida. Que estaba tirando sus años jóvenes y se olvidaba de vivir.

Pero fue a este joven, a quien Pablo, el gran apóstol, el hombre que escribió más de la mitad del Nuevo Testamento, le encarga que establezca ancianos en las iglesias.

En una sociedad donde la juventud era símbolo de locura, y solo las canas merecían respeto, Pablo envía a Tito a ordenar la iglesia y a nombrar autoridades. Me llama la atención la razón de tanta confianza.

La explicación es el texto de hoy. Pablo sabía a quien le confiaba las cosas, y sabía que Tito era responsable y confiable. No actuaba alocadamente, no vivía por impulsos, no se dejaba llevar por sus sentidos. Tito era una persona que tenia juicio.

Tanto que Pablo lo alienta a que contagie ese juicio a los demás compañeros que tenia. Tal vez te parezca muy extremista esto. Tal vez no te importa nada imitar a Tito. Y te ries de aquellos que tienen esas características. Tal vez estas demasiado ocupado pensando como vas a disfrutar al máximo el día de hoy.

Pero es necesario parar un poco y pensar. Poner un freno a tanta locura sin límite y volver a ver las cosas con la mirada de Dios. Solo los hijos de Dios pueden tener la fuerza de evitar dejarse llevar por los impulsos para pensar antes de hacer. Eso es madurez. Eso es lo que tenía Tito, y eso es lo que Dios nos pide.

Es mucho más cómodo seguir siendo como los niños, que no asumen su responsabilidad porque son inmaduros. Pero es lamentable ver a jóvenes y adultos, que teniendo la edad para ser maduros, se siguen comportando como chicos caprichosos.

Hoy Tito nos alienta a sentar cabeza, a volver al camino. A madurar, a volver a tener juicio. No es aburrido, es necesario. Dios lo pide. 

                                    Tu madurez, es tu decisión.

                                GRACIAS A  LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO