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De: Julianhgm (Mensaje original) |
Enviado: 14/06/2010 17:41 |
Una vez entró a un monasterio un monje joven en tiempo medieval. Tenia mucho deseo de convertirse en el mejor monje. Un dia buscó a un monje anciano y respetable dd monasterio y le preguntó "Señor, que debo hacer para convertirme en un monje respetuoso como usted". Justamente estaba aplanando la tierra y señalando el montón de tierra le dijo "quieres vertir agua sobre ésta tierra". El monje joven sin pensar dos veces fue y trajo agua y lo virtió, pero el agua corrió sobre la tierra sin mojarlo. Entonces el monje anciano con un azadón comenzó a desmenuzar la tierra y volvió a pedirle que virtiera agua. Volvio a vertirlo y ahora el agua comenzaba a empapar la tierra. Entonces alzando la cabeza el monje anciano le dijo "pudiste observar que la tierra cuando estaba duro no se empapó, pero despues que fueron desmenuzados fueron empapados. Es un monton de tierra nada se puede sembrar, porque la semilla no podra echar raices. Si tu quieres convertirte en un excelente monje, no te quedes como un monton de tierra dura, deja que Dios te quebrante y te moldeé. Porque solamente así el agua viva del Espiritu Santo penetrará dentro de tu vida, para que reboce en tí la vida de Jesús". La tierra dura no da ningún uso al alfarero. Por tanto, el alfarero desmenuza primero la tierra dura y la lava con agua para convertirlo glutinosa. Entonces será posible amasar el barro para hacer de él una vasija. Tambien nosotros en las manos de Dios seremos quebrantados y moldeados. En I° Samuel 15.22 dice "Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y victimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehova? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros". Yonggi Cho |
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Muy buena enseñanza, cuando el alfarero
termine su obra alli se verá
sin imperfecciones, gracias, Araceli |
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