Isabel Fry (1780-1845) fue una ministro cuáquera y reformadora de las carceles europeas. Madre de diez hijos, la señora Fry fue invitada para hacer asistencia social en la prisión de Newgate en Inglaterra. Ignorante de las condiciones de la prisión, ella dijo que encontró "mujeres medio desnudas, esfórzandose juntas...con la más escandalosa violencia... Yo sentía como si hubiera entrado en un cubil de bestias salvajes". La señora Fry no hizo nada sofisticado para comenzar la reforma pero empezó leyéndoles su Biblia a los prisioneros: "Allí ellos se sentaban en respetuoso silencio, cada ojo fijo en...la gentil señora...nunca hasta entonces, y nunca desde entonces, yo he oído a nadie leer como Isabel leía."
De tan simples principios, Fry siguió a innovaciones tales como sugerir que los hombres y las mujeres fueran separados en la carcel, que los ofensores más violentos fueron separados de los menos violentos, y que los prisioneros fueran empleados en algún trabajo util. Su influencia se extendió a través de Francia y de las Colonias Britanicas. Yo admiro el hecho de que aunque Isabel Fry no hizo nada sofisticado para ayudar a reformar la cárcel, ella hizo lo que pudo hacer. Les leyó la Biblia a los prisioneros. La mayoria del mundo nunca hace nada respecto de las atrocidades que confrontan a la sociedad porque sienten que lo que podrían hacer sería tan insignificante que de todos modos no importaría. Isabel refuta esa teoria. Si usted hace lo que puede hacer, Dios hara lo que usted no puede hacer. Las puertas se abriran, se hará un camino, y las ideas creativas vendrán. Usted tambien inspirará a otros a hacer lo que ellos pueden hacer y aunque cada persona sólo pueda hacer un poco, juntos podemos hacer una gran diferencia. Joyce Meyer