"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios" (Efesios 2:8).

Hay dos versículos que impactan mi vida de una manera muy especial pues cuando Dios los revelo a mi corazón trajeron paz y gozo a mi vida. Pues puedo confiar que mi salvación no depende de lo que yo pueda hacer en mis fuerzas sino lo que ya hizo mi Señor Jesús en la cruz del calvario.

Ahora examinemos 2 Timoteo 1:9: Pablo mira hacia la eternidad previa a los tiempos de los siglos y dice: "quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos". Dios nos dio gracia (favor inmerecido, privilegio, gratuito para los pecadores, ¡eterna y sublime gracia!).

¿Te puedes imaginar eso? Aún no habíamos sido creados. Ni siquiera existiamos para poder pecar, y Dios ya había creado esa gracia (una gracia en Cristo, gracia adquirida con sangre, gracia vencedora del pecado) nos llegaría en Cristo Jesús. Todo esto antes de la creación del mundo.

Y el otro pasaje es similar,"según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos hechos santos y sin mancha delante de él. En amor habiendonod predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para  alabanza de la gloria de su gracia, con la cuál nos hizo aceptos con el Amado" Efesios 1:4-6.

Al meditar en estos pasajes podríamos que hay mérito propio en nuestra salvación. ¡Impsible! Cristo murió por indignos pecadores a quienes el Padre atraería a Él, Ver: (Juan 6:37-44). Hombres y mujeres que eran enemigos de Dios, que estaban muertos en sus delitos y pecados, para la alabanza de la gloria de su gracia. ¡Alabado sea tu nombre! Por los siglos de los siglos.

 

]]