Enfrenta Tus Miedos o Ellos te Controlarán a Ti

Hace un año, con motivo de mi cumpleaños, un amigo me regaló a un perro al cual llamamos Boris. Personalmente Boris me ha cambiado la vida, pues antes de él yo no era muy apegada a las mascotas. Sin embargo a Boris todos los días lo tomo entre mis brazos y todas las noches antes de acostarme me despido de él acariciándolo.

Debido a que anteriormente un vecino había envenenado otro perro que tuvimos, a este lo hemos cuidado demasiado. De tal forma que es un perro de la casa, no sale afuera. No conoce mucho el exterior por lo que cuando las puertas se abren le da un temblor tremendo. Pero el otro día me lo llevé a pasear para afuera y grande fue mi sorpresa al observar y sentir los latidos acelerados de mi perrito. ¡Estaba aterrado, temblaba sin parar! Y aunque estaba seguro conmigo parecía no poder evitar el pánico que lo sobrecogía. Fue entonces cuando pensé en escribir una reflexión sobre el miedo.

El diccionario define la palabra miedo de la siguiente manera: “sensación de alerta y angustia por la presencia de un peligro o mal, sea real o imaginario. Recelo de que suceda lo contrario a lo que se espera o desea” (WordReference.com). Todos en menor o mayor proporción hemos experimentado lo que es el temor. Y que lo sintamos en ocasiones no es nada malo. Pero cuando ese miedo no nos permite avanzar, nos enfrentamos a grandes problemas. Ser valiente es enfrentar los miedos que nos atacan. Es dominar y doblegar al pánico. Es lanzarse a la aventura sabiendo que Dios habrá de darnos la valentía para asumir cualquier reto que se nos presente en el camino.

A mi mente llegan pensamientos de personas increíbles, maravillosas, llenas de capacidades y potencial para lograr todo lo que deseen en la vida y sin embargo no lo han logrado porque su temor ha sido más fuerte que su deseo. Pero siempre he pensado que nosotros no somos de los que retroceden, somos de los que avanzamos. Por tal razón yo te motivo a tener un poco más de fe y confianza en ti mismo. A agarrarte de la mano invisible de Dios y desafiar ese pánico. Seguramente al principio sentirás nervios, ansiedad, expectativas, pero si te decides a seguir adelante, lograrás sobreponerte y lograr lo que quieres.

Todo lo puedes en Cristo porque él es tu fortaleza, tu socorro y ayuda. Cierra tus ojos y confía, lánzate desde la montaña y conquista tu sueño. Hazlo pronto, porque si no lentamente y casi sin darte cuenta el miedo irá ocupando más y más espacio en tu interior, hasta que prácticamente te logre paralizar y ya no puedas hacer esas cosas que deseas.

DIOS TE BENDIGA, MIGDALIA

¡Arriba ese ánimo, no te dejes gobernar por el temor!

Autora: Brendaliz Avilés