Una vez un hombre fue a inspeccionar una mina abandonada. Llevó una antorcha, pero al llegar al fondo se apagó. Todo se puso oscuro. Se desesperó pensando que iba a morir. Se sentó a orar y le vino una idea. Si hay un túnel es porque hay una salida. Porque si alguien lo cabó debió hacer salido. Al poco sintió bajo sus pies un camino de hierro. Y aunque por delante era todo oscuro, siguió el camino de hierro y llegó a la salida. Por mas que estenis encerrados en una cueva sin oscura, pero dependemos del camino de hierro que es la biblia, el problema se resolverá y llegaremos a la salida. Toda la voluntad de Dios está escrita en ella. Si confiamos en su palabra y obedecemos tendremos una vida abundante en salud y prosperados en todas las cosas. Dios bendice al pueblo que cree en él. Yonggi Cho