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pastor Mike MacIntosh Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos piadosas, sin ira ni discusión. 1 Timoteo 2:8
Uno de los hombres de oración más ejemplares del Nuevo Testamento es el apóstol Pablo. Aquí Pablo le escribe a Timoteo, su protegido en la fe. A todos nos dice tres cosas que capacitarán nuestra vida de oración. Primero, ora en todo lugar. No importa en qué país estés. Realmente podemos orar en cualquier lugar; en la cancha de béisbol, cuando estamos sobre nuestra tabla de surf, en una clase o en una junta. En cualquier lugar podemos mantener un diálogo con Jesucristo el rey del universo. Segundo, Pablo nos dice que oremos levantando manos piadosas. Esto no significa que tenemos que estar en una postura correcta sino que lo que Dios ve es la postura de nuestro corazón. Esto también tiene que ver con nuestra pureza. Entonces levantar las manos implica que tenemos una rendición total delante de Dios. Y tercero, que oremos sin ira ni discusión. Para tener humildad no debe haber ira en nuestro corazón. Muchas veces le hablamos a Dios cuando estamos enojados. Estamos enojados con nuestro jefe, con el arrendador o con un vecino. O le estamos guardando rencor a alguien que nos ha ofendido. Pablo dice que esto lo evitemos incluyendo la discusión. Cuando oramos al Creador del universo, él va a contestar nuestras oraciones. No sabemos cómo nos las va a contestar ni exactamente a qué hora pero sí sabemos que él quiere que oremos. Hoy, ora en dondequiera que estés, rendido(a) y sin ira porque él te va a contestar.
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Dulce meditación, llevar paz adonde vamos, en oración en todo lugar, muy bueno amiga, Araceli |
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