Cuando los hombres santos se equivocan
(estudio biblíco)
Leyendo la Biblia y sus diferentes historias y episodios, muchos han llegado a sentirse muy mal porque, estiman, al lado de esos verdaderos santos que hicieron grande al evangelio desde el Génesis hasta aquí, el hombre moderno es poco menos que una molécula.
Pensamos así, porque tenemos el convencimiento de que aquellos hombres bíblicos, hicieron todo lo que hicieron al nivel de diez puntos. Ni se nos podría cruzar por la cabeza sin pensar por un momento en blasfemias o herejías, que esos hombres también pudieron haber cometido errores.
Y así es como nace este repaso histórico, bíblico pero real. Un repaso que, mayoritariamente, está destinado a que no te dejes invadir por el demonio de la culpa, la culpa de creer que eres el único que te has equivocado y que por esa razón debes ser excluido del cielo.
No es así. Y ahora, con las escrituras como fundamentos testimoniales, voy a demostrarte que los santos, esos santos que fueron puntales en esto que tú y yo creemos firmemente hoy, también se equivocaron, y que no por eso fueron despedazados por sus iglesias ni quemados por ángeles vengadores.
1 - ADÁN
La palabra hebrea Adam aparece más de quinientas veces en el Antiguo Testamento, y casi siempre significa Hombre o Ser Humano, aunque en la traducción literal específica, hay indicios claros que la raíz es Adama, que significa Tierra.
Según el relato de la Creación, Adán fue formado a imagen de Dios, tomado del polvo de la tierra y hecho un ser viviente por el soplo que Dios produjo en su nariz. Se le dio señorío sobre la Creación en el huerto y su compañerismo con Dios era perfecto, ya que tanto él como Eva tenían comunicación directa con Dios.
Quiero que entiendas que el Edén, o Jardín del Edén, independientemente de si fue un lugar geográfico comprobable o no, se trataba notoriamente de un ámbito espiritual; el ámbito espiritual donde el hombre podía tratar con Dios cara a cara.
De ese ámbito espiritual es de donde Adán caerá luego de su pecado. Eso es lo que el hombre creado pierde en la caída. Adán no se cayó a un planeta distante ni a un meteorito del estilo de El Principito. Adán cayó del ámbito donde podía tratar con Dios y así es como el hombre sigue viviendo hoy: creyendo en Dios y orando a Él, pero sin verlo cara a cara.
Cuando Dios probó a Adán y a Eva por medio del árbol de la ciencia del conocimiento del bien y del mal (Que vendría a ser algo así como la conciencia humana); ambos desobedecieron el mandato divino.
Como consecuencia, la maldición de Dios cayó sobre la tierra y ambos fueron echados del huerto del Edén, tal como lo decíamos antes. Pero no salieron con las manos vacías. Dios les dio una promesa de esperanza para el futuro, porque cuando maldecía a la serpiente, agregó:
(Génesis 3: 15)= Y pondré enemistad entre ti y la mujer; y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
2 - NOÉ
Nació en días cuando la corrupción moral del mundo antediluviano había llegado a su colmo. Se lo describe como varón justo, perfecto en sus generaciones, que caminó con Dios. Dios lo eligió para comunicarle sus designios, en vista que los hombres se habían pervertido hasta el punto que sólo el juicio del diluvio podía ofrecer esperanza de un nuevo principio de vida.
Noé, - Dice -, halló gracia ante los ojos de Jehová. Hizo todo conforme a lo que Dios le mandó. Era un hombre de fe y también un siervo obediente y activo. Su llamado al arrepentimiento evidentemente fue desoído por todos, con excepción de su familia inmediata, pues sólo ocho personas, - Además de los animales -, se salvaron.
Estuvo trescientos setenta y un días en el arca: cuarenta días de lluvia, ciento diez días de aumento de las aguas, setenta y cuatro días de mengua, y los demás durante las distintas pruebas hasta recibir la orden de salir.
Hizo con Dios el pacto del arco iris y sembró una viña, tomó del vino y se embriagó. Dormía desnudo y Cam, uno de sus hijos y padre de Canáan, vio su desnudez. Sem y Jafet lo cubrieron. Cuando Noé despertó supo lo que había ocurrido. Está escrito.
(Génesis 9: 25-27)= Maldito sea Canáan; siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: bendito por Jehová mi Dios sea Sem, y sea Canáan su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canáan su siervo.
3 - ABRAHAM
Nació en Ur, ciudad caldea, donde vivió con su padre y sus hermanos, Nacor y Harán, y donde se casó con Saraí. Llamado por Dios abandonó a su parentela idólatra y se trasladó a Harán en Mesopotamia. Obligado por el hambre fue a Egipto, y por miedo mintió y dijo que Saraí era su hermana.
(Génesis 12: 18-19)= Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste: es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.
A pesar de haberle sido prometido un hijo, cuando tenía ochenta y seis años, tomó a la esclava Agar y de ella nació Ismael.
(Génesis 16: 2)= Dijo entonces Saraí a Abraham: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizás tendré hijos de ella. Y atendió Abraham el ruego de Saraí.
Cuando Abraham tenía cien años nació Isaac. Luego Agar e Ismael fueron echados de la casa. Después de veinticinco años, Dios probó la fe de Abraham ordenándole que sacrificara a Isaac su hijo y heredero de la promesa.
4 – MOISÉS
Como padres de Moisés, la Biblia menciona a Amram y Jocabed, de la tribu de Leví y como sus hermanos mayores a Aarón y María. Su madre, que se opuso a la orden del Faraón de arrojar al niño al Nilo, lo escondió primeramente por tres meses en su casa, pero luego se vio obligada a deshacerse de él.
Lo puso en el Nilo y allí lo descubrió la hija del Faraón cuando descendió a bañarse. Ella le brindó un hogar en su residencia. Allí estuvo hasta que un hecho lo obligó a huir.
(Éxodo 2: 11-12)= En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entones miró a toda partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Fue llamado mientras pastoreaba las ovejas de su suegro Jetro, a ser el salvador de su pueblo. Todos los argumentos presentados por Moisés para rebatir su llamado, fueron rechazados por Dios. Luego de las plagas, sacó a Israel de su cautividad en Egipto. Cuando el pueblo se entregó a la idolatría, Moisés se ofreció a sí mismo como ofrenda de inmolación en lugar de los rebeldes.
(Números 27: 12-14)= Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel. Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón. Pues fuisteis rebeldes a mi mandamiento en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
5 – JACOB
Padre del pueblo hebreo, cuya vida transcurrió, según cálculos, en el siglo dieciocho antes de Cristo. Fue hijo de Isaac y Rebeca y hermano gemelo de Esaú. Nació como respuesta a la oración de fe de su padre.
Antes de su nacimiento su madre supo, por revelación divina, que en su seno se originarían dos grandes naciones, ya divididas entre sí. Esaú nació primero, pero Jacob lo siguió asido de su talón. Según la ley antigua, la primogenitura le correspondía a Esaú, pero en base a astucia, él la consiguió y la obtuvo, vendiéndosela a su hermano por un guisado.
(Génesis 27: 18-28)= Entonces este fue a su padre y dijo: Padre mío. E Isaac respondió: heme aquí; ¿Quién eres, hijo mío? Y Jacob dijo a su padre: yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate a hora, y siéntate, y come mi caza, para que me bendigas. Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: porque Jehová tu Dios hizo que la encontrase delante de mí. E Isaac dijo a Jacob: acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no.
Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó, y dijo: la voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú. Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo. Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: yo soy. Dijo también: acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió. Y le dijo Isaac su padre: acércate ahora, y bésame hijo mío. Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo diciendo: mira el olor de mi hijo, como el olor del campo que Jehová ha bendecido; Dios, pues, te de el rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra y abundancia de trigo y de mosto.
6 – SANSÓN
Juez de Israel, famoso por su fuerza física fenomenal. Hijo de Menoa, de la tribu de Dan, juzgó a Israel por veinte años, siendo el último de los jueces antes de Samuel. Al igual que Isaac, Samuel y Juan el Bautista, el nacimiento de Sansón fue anunciado milagrosamente.
Ante una estratagema contra los filisteos, estos se vengaron atacando a los israelitas. Los israelitas ataron a Sansón con dos cuerdas nuevas y con su consentimiento lo entregaron a los filisteos en Lehi.
Pero sansón rompió las cuerdas, tomó una quijada de asno y mató a mil hombres. Después Sansón se enamoró de una mujer de Sorec llamada Dalila, la que lo traicionó al hacer que Sansón revelara el secreto de su poder.
(Jueces 16: 15-17)= Y ella le dijo: ¿Cómo dices: yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en que consiste tu gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios, desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres.
7 – DAVID
Segundo rey de Israel. Se le menciona unas ochocientas veces en el Antiguo Testamento y sesenta en el Nuevo Testamento. No se sabe con certeza el significado de su nombre. Fue el menor de ocho hermanos y su padre, Isaí, era nieto de Rut y de Booz. Desde muy joven demostró tener valor y ternura como pastor de ovejas.
La elección de David en lugar de uno de sus hermanos mayores, llama la atención a una curiosa serie de casos en que se ha dado preferencia al hermano menor (Isaac, Jacob y José), casos estos que constituyen una violación del derecho de primogenitura y que ilustren, por tanto, la soberanía de Dios en el desarrollo de los sucesos que culminan en nuestra redención.
(2 Samuel 11: 2-5)= Y sucedió un día al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa. Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: estoy encinta.
8 – SALOMÓN
Tercer rey de Israel y segundo de los cinco hijos que David tuvo con Betsabé. No figura en la historia bíblica sino hasta los últimos días de David a pesar de haber nacido en Jerusalén en el inicio del reinado de David bajo un pacto eterno de Dios.
Aunque Salomón subió al trono como primer rey de una dinastía sin el carisma de sus antecesores (Ejemplo: Saúl y David), Dios le dio sabiduría especial por haber pedido “un corazón entendido para juzgar y gobernar a este pueblo tan grande.”
Además de sabiduría, Dios le dio honores y tremendas riquezas. A su corte llegaban representantes de otras naciones que se quedaban impactados con el oropel y la pompa que allí había. Entre esos representantes, figuró la reina de Sabá.
(1 Reyes 11: 3)= Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Olor, ídolo abominable de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
9 – PEDRO
El Nuevo Testamento utiliza dos veces el antiguo nombre hebreo Simeón, cuarenta y ocho veces el griego Simón, veinte veces el compuesto Simón Pedro y ciento cincuenta y tres veces Pedro, equivalente al arameo Cefas, que aparece nueve veces.
Era hijo de Jonás, casado, su esposa lo acompañaba aún en la época apostólica, era hermano de Andrés y los evangelios los consideran oriundos de una ciudad a la orilla del mar de Galilea, donde ejercía, con algunos socios, el oficio de pescador.
Luego de haber sido llamado, formó parte del grupo de los tres más íntimos de Jesús y a menudo actuó en nombre de los doce. Su confesión en Cesarea es representativa porque la pregunta fue dirigida a todos. Fue testigo privilegiado de la transfiguración.
(Mateo 26: 69-75)= Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: tú también estabas con Jesús el galileo. Mas él negó delante de todos, diciendo: no sé lo que dices. Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: también este estaba con Jesús el nazareno. Pero él negó otra vez con juramento: no conozco al hombre. Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: verdaderamente también tú eres de ellos, porque aún tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: no conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entones Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
10 – PABLO
Del griego Paulos, que quiere decir “pequeño”, llamado también Saulo, que en hebreo es “pedido”. Nació en la ciudad romana de Tarso, capital de Cilicia. Según la costumbre judía, debió de ingresar en la “casa de interpretación” a los quince años de edad para que lo instruyeran los escribas.
Su maestro fue Gamaliel, hombre piadoso, pacífico y abierto, con quien estudió a fondo el Antiguo Testamento, el griego, el hebreo y los métodos exegéticos rabínicos. Antes de su conversión a Cristo los dirigentes judíos en Jerusalén respetaban a Pablo como infatigable defensor de su fe y enemigo acérrimo del cristianismo.
(Hechos 8: 1-3)= Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.
CAUSAS DE LOS ERRORES
Puntualmente y en cada caso, más allá del énfasis que hemos colocado en cada situación en particular, las siguientes son las causas concretas de los errores de esos santos.
· Adán cayó por desobediencia.
· Noé se embriagó y erró por falta de conocimiento.
· Abraham mintió en Egipto por miedo y aceptó la sugerencia de Sara de adulterar con Agar la esclava por su propia lascivia.
· Moisés huyó de su excelente posición en Egipto por miedo y no tuvo autorización para entrar en la tierra prometida por rebelde.
· El error de Jacob se produce a partir de una premeditada mentira.
· Sansón se equivocó por confiar en el hombre (En este caso mujer: Dalila) Autosuficiencia.
· David erra por su carnalidad y su lascivia.
· Salomón se equivocó y cayó en la idolatría.
· Pedro se equivocó cuando, por miedo y falta de confianza, no tuvo reparos en caer en la mentira.
· Los gruesos errores de Pablo se basan en una interpretación humanística e intelectual de Dios y esencialmente de religiosidad.