Nutrición en la adolescencia y juventud
Leyendo un libro sobre este tema vi que, como consecuencia de las altas temperaturas propias del verano y del elevado ejercicio físico realizado por los adolescentes, es necesario cubrir las necesidades de líquido, no siendo suficiente la ingesta de agua. Podríamos decir que una dieta completa, equilibrada e hidratada, es la que está basada en el consumo moderado de todo tipo de alimentos, junto con la ingesta suficiente de bebidas como el agua, los zumos o los refrescos.
Con respecto al momento del día en el que deben de ser ingeridos los líquidos (antes, durante o después de las comidas), podemos decir que cualquier momento es bueno. Sin embargo, el consumo de líquido junto con la comida contribuye a disminuir la ingesta de alimentos (por ayudar a la distensión del estómago, que estimula la sensación de saciedad), lo que puede ser útil en personas que desean controlar su peso. El beber entre horas, aunque no modifica la sensación de saciedad, tiene gran utilidad en la mejora de la hidratación corporal.
Por otra parte, en el libro aparecen reflejadas respuestas a cuestiones planteadas habitualmente relacionadas con problemática nutricional de los adolescentes y que condensamos en cinco puntos:
Ningún alimento o bebida debe ser evitado para mejorar la salud. Los alimentos no son "buenos" ni "malos" por si mismos, lo importante es la proporción en la que se incluyen en la dieta, que debe ser lo más variada y moderada posible.
Es equivocado pensar que los hidratos han de ser eliminados cuando se desea controlar el peso. El perfil calórico de la dieta media española está desajustado, pues se toma un exceso de grasa y proteínas y una cantidad insuficiente de hidratos de carbono. Disminuir el consumo de hidratos de carbono aleja la dieta del ideal teórico lo que perjudica la salud y el control del peso, sobretodo a largo plazo.
Se recomienda distribuir regularmente el consumo de alimentos a lo largo del día. Con el fin de evitar un problema tan acusado como es la obesidad. Es recomendable no saltarse ninguna comida, disminuir la ingesta de alimentos ricos en grasa y aumentar la de aquellos que proporcionan hidratos de carbono (cereales, verduras, frutas...) y por supuesto, debe fomentarse la práctica habitual de deporte.
Debemos ingerir dos litros de líquido al día como mínimo para que el organismo obtenga una hidratación adecuada. Siendo recomendable una mayor cantidad en aquellos jóvenes que practiquen deporte. Además se aconseja no esperar a sentir la sensación de sed para el consumo de los mismos, sino que se ha de hacer regularmente. Los refrescos y los zumos además de reforzar la hidratación del adolescente joven incluso pueden aportar vitaminas y minerales.
Las mujeres de todas las edades tienen mayores problemas nutricionales que los varones. Ya que deben de tomar cantidades inferiores de calorías para mantener su peso normal y sin embargo, necesitan tomar una mayor cantidad de calcio, hierro y ácido fólico. La mujer, durante la juventud, suele estar muy preocupada por el control de peso, lo que le lleva a seguir dietas no siempre acertadas, lo que se asocia con un mayor riesgo de carencias. Sin embargo en la etapa fértil es vital tener buena situación nutricional, para hacer frente a un posible embarazo en condiciones óptimas.
En resumen, la dieta perfecta para los jóvenes es aquella que está basada en una alimentación variada y moderada, reforzada con una correcta hidratación y complementada con la práctica deportiva regular.