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General: EL PORTERO DEL PROSTIBULO
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Susy Q  (Mensaje original) Enviado: 04/12/2010 10:12

EL PORTERO DEL PROSTIBULO

No había peor oficio en el pueblo que ser “el portero del prostíbulo”

Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra habilidad ni conocía otro oficio.

Un día, se hizo cargo del prostíbulo un joven negociante con muchas inquietudes, muy creativo y emprendedor y decidió modernizar el negocio.  

Hizo cambios y citó a todo el personal para dar las nuevas instrucciones de su reglamento.  

Al portero, le dijo: A partir de hoy, usted, además de estar en la puerta, va a preparar un informe semanal donde registrará la cantidad de personas que entran y además anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio."  

-          " Me encantaría complacerlo, señor, pero no se leer ni escribir." le dijo el portero. 

- "¿Cómo?... cuánto lo siento, pero indiscutiblemente tendré que prescindir de sus servicios, pues así no me es de utilidad".  

- "Pero señor, usted no me puede despedir, ¡yo he trabajado en esto toda mi vida!..."  

- "Mire, yo comprendo y lo siento mucho, pero no puedo hacer nada por usted, le vamos a dar una indemnización y espero que le baste hasta que encuentre otro trabajo u oficio. De veras que lo lamento y que tenga buena suerte". Sin más, se dio vuelta y se fue. El portero sintió que el mundo se le venía encima. ¿Qué voy hacer, Dios mío?...

Recordó que en el prostíbulo, cuando se rompía una silla o se arruinaba una mesa, el lograba hacer un arreglo sencillo y provisional.  

Pensó que esta podría ser una ocupación transitoria hasta conseguir un empleo, pero solo contaba con unos clavos oxidados y una tenaza arruinada.  

Entonces pensó que usaría parte del dinero de la indemnización para comprar una caja de herramientas completa.  

Como en el pueblo no había ninguna ferretería, tenía que viajar dos días en mula para ir al pueblo mas cercano a realizar la compra. Ensilló el animal y emprendió el viaje.

Como en el pueblo no había ninguna ferretería, tenía que viajar dos días en mula para ir al pueblo mas cercano a realizar la compra. Ensilló el animal y emprendió el viaje.

Habiendo regresado ya a casa, cierto día un vecino llamó a su puerta:

“-¡Hola vecino!, vengo a ver si tiene un martillo que me pueda prestar".

-          " Si, tengo uno, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar- "

Entiendo, pero yo se lo devolvería mañana temprano". "¡Esta bien! A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta.

“-Mire amigo, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende-?”

Habiendo regresado ya a casa, cierto día un vecino llamó a su puerta:

“-¡Hola vecino!, vengo a ver si tiene un martillo que me pueda prestar".

-          " Si, tengo uno, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar- "

Entiendo, pero yo se lo devolvería mañana temprano". "¡Esta bien! A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta.

“-Mire amigo, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende-?”

Hagamos un trato - dijo el vecino- Yo le pagaré los días de ida y vuelta mas el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?

Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días y aceptó. Volvió a montar su mula y a su regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.

“-¡Hola, vecino! Usted le vendió un martillo a mi amigo, vengo a decirle que yo necesito unas herramientas y estoy dispuesto a pagarle sus cuatro días de viaje, mas una pequeña ganancia... mire, no dispongo de tiempo para el viaje.-”

El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.

Mientras iba por el camino recordaba las palabras de su vecino:

“-No dispongo de cuatro días para ir a comprar las herramientas.-”

Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara para traer herramientas.

En el viaje siguiente, arriesgó un poco mas de dinero trayendo más herramientas de las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo en viajes. La voz empezó a divulgarse por el pueblo y muchos quisieron evitarse el viaje.

Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.

Con el tiempo alquiló un galpón para almacenar las herramientas y algunas semanas después, adaptó una vidriera y el galpón se transformó en la primera ferretería del pueblo.

Todos estaban contentos y compraban en su negocio

Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos, el era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y ganarse los días de camino.

Un día, se le ocurrió que su amigo el tornero, podría fabricarle las cabezas de los martillos.

Y luego, ¿por qué no?, las tenazas... las pinzas... los cinceles... y luego fueron los clavos y los tornillos...

En diez años, aquel hombre se transformó en millonario con su trabajo como fabricante de herramientas.

Un día decidió donar una escuela a su pueblo. En ella, además de leer y escribir, se enseñarían las artes y oficios mas prácticos del momento

En el acto de inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, hizo que cortara la cinta, lo abrazó y le dijo: 

“-Es un gran orgullo para nosotros agradecerle por este gesto tan meritorio para nuestra comunidad el que usted nos haya donado esta escuela; le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas.-”

“-El honor sería para mi.-” dijo el hombre.

“-Nada me gustaría más que firmar allí, pero no se leer ni escribir; soy totalmente analfabeto.-”

“-¿Usted iletrado?...-” dijo el Alcalde que no alcanzaba a creerlo.

“-¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? ¡Estoy realmente asombrado!" “Me pregunto, ¿qué hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y escribir?-”

“-Yo se lo puedo contestar-”  respondió el hombre con calma.

“-Si yo hubiera sabido leer y escribir... ¡sería el portero del prostíbulo!-”

MORALEJA

Generalmente los cambios son vistos como adversidades, pero las adversidades siempre encierran bendiciones.

Las crisis están llenas de oportunidades.

Todo cambio pasa para nuestro bien y lo que consideramos una desgracia hoy, puede ser la gran oportunidad que transformará nuestra vida para siempre.

Todo lo que Dios permite es para nuestro bien”

“Uno ora no para convencer a Dios de que nos de lo que queremos, sino para capacitarnos en aceptar lo que Él quiere darnos”

Para todos aquellos que pasan por una situación difícil de trabajo, en su matrimonio, en su noviazgo, en familia con sus hermanos o padres, o con algún amigo (a), problema económico, de la escuela, etc., tengamos paciencia y perseveremos en la oración que nos permite escuchar la voz de Dios y descubrir que necesita Dios de cada uno de nosotros y por lo cual permite esa situación específica en nuestra vida.

Ánimo, Dios nos ama y mucho

"Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar, te enseña a que hagas cuanto puedes, y a que pidas lo que no puedes".

 “No le digas a Dios que tan grande es tu problema, dile al problema que tienes un gran Dios”



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 04/12/2010 18:18
 
Que  bueno este mensaje Susy,gracias por traerlo, con lo poco que somos o tenemos Dios puede darnos sabiduría para avanzar y crecer, buen fin de semana amiga! Araceli


 
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