Jane era madre soltera que trabajó mucho durante cinco años en la empresa local electrica, y ella realmente necesitaba un buen aumento para ayudarla a sostener a su familia adecuadamente. Jane seguía estando amargada con su ex esposo, que la engaño y rara vez pagaba la manutencion de su hijo. Ella tambien habia estado enojada con su jefe por dos años porque a otro compañero de trabajo le dieron un puesto que Jane queria. En cada oportunidad que Jane tenia, hablaba de manera desagradable sobre su esposo y su jefe; lo hacia tan mal que sus amigos comenzaban a aborrecer estar cerca de ella. Hasta sus hijos habían observado lo negativa y amargada que ella se habia vuelto.
Jane estaba orando y, según su terminología, "realmente creyendo en Dios" para el aumento, pero seguía sin llegar. Entonces, una semana tuvo a un conferencista invitado que reveló cómo el conflicto evita que las personas sean bendecidas, y ella comprendío que se había tragado el cebo de satanas y habia caído profundamente en su trampa. Ella reconoció su pecado, le pidio a Dios que le perdonara, y comenzó a orar para que su ex esposo y su jefe fuesen bendecidos. Quedó sorprendida cuando despues de tres semanas, la llamaron a la oficina del jefe y le ofrecieron un puesto que le supondria un aumento de ocho mil dolares al año y una semana extra de vacaciones. Jane habia orado por algo y habia bloqueado la respuesta a su propia oración permitiendo que su corazón estuviese lleno de luchas. Me pregunto cuantos otros cientos de miles de personas están haciendo lo mismo y sintiendose confundidas acerca de por qué no prosperan en la vida. La sabiduria nos conduce a riquezas, honor y promoción (ver prov. 4.8, 8:18). Pero la verdadera sabiduria ama la paz (ver Santiago 3.17). Si no somos amantes de la paz, no estamos caminando en sabiduria, y por tanto, no caminaremos en riquezas, honor y promoción. Joyce Meyer