Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: ESPERANDO A JESÚS
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Paqui  (Mensaje original) Enviado: 15/12/2010 00:51
  
  
  
...............


ESPERANDO A JESÚS

Era la noche de Navidad. Un ángel se apareció a una familia rica y le dijo a la dueña de la casa:

–Te traigo una buena noticia: esta noche el Señor Jesús vendrá a visitaros.

La señora quedó entusiasmada. Nunca había creído posible que en su casa pudiera acontecer tal milagro. Trató de preparar una cena excelente para recibir a Jesús: encargó pollos, carnes, conservas, vinos importados... También se preocupó de engalanar el salón con los mejores adornos y sudó lo suyo para que no quedara ni una sola mota de polvo sin limpiar.

De repente, sonó el timbre. Llamaba una mujer mal vestida, de rostro sufriente, con el vientre hinchado por un embarazo ya muy adelantado:

–Señora, ¿no tendría un trabajo para darme? Estoy desempleada y en gran necesidad –le dijo.

–Pero, ¿qué horas son éstas para venir molestando? ¡Vuelva otro día! –respondió airadamente la dueña de casa–. Ahora estoy muy ocupada preparando la cena para una importante visita.

Poco después, un hombre manchado hasta la cara de grasa llamó a la puerta:

–Señora, mi camión se ha parado aquí, en la esquina. ¿No tendrá por casualidad una caja de herramientas para poderme prestar?

La señora, ocupada como estaba limpiando los vasos de cristal y los platos de porcelana, se irritó muchísimo:

–¿Piensa usted que mi casa es un taller mecánico? ¿Dónde se ha visto importunar a la gente así? Por favor, ¡no ensucie mi entrada con esos pies inmundos!

La anfitriona continuó preparando la cena: abrió latas de caviar, puso champán en la nevera, dispuso con gusto un mantel de encaje... Mientras ultimaba los detalles, alguien batió sus palmas afuera, en el porche. «¿Será que ahora llega Jesús?», pensó emocionada. Con el corazón acelerado, fue a abrir la puerta. Pero no era Jesús. Era un niño de la calle, harapiento, que le pedía un plato de comida.

–¿Cómo te voy a dar, si todavía no hemos cenado? Vuelve mañana, porque esta noche estoy muy atareada.

Al final, aquella elegante mujer logró tener a punto la cena. La familia en pleno esperaba emocionada la ilustre visita. Sin embargo, pasaban las horas y Jesús no aparecía. Hasta que todos fueron vencidos por el sueño...

A la mañana siguiente, al despertar, la señora se encontró con espanto frente al ángel:

–¿Puede un ángel mentir? –gritó ella con indignación–. Lo preparé todo con esmero, aguardé toda la noche y Jesús no apareció. ¿A qué se debe esta broma pesada?

–No fui yo el que mintió; tampoco hubo ninguna broma –contestó el ángel sonriendo–. ¡Fuiste tú la que no tuvo ojos para ver! Y es que Jesús estuvo aquí, en tu casa, no una, sino tres veces: en la mujer encinta y desesperada, en el camionero necesitado de ayuda y en aquel niño hambriento. Pero tú, más preocupada por la elegancia de tu mesa y por la apariencia de tu casa, no fuiste capaz de reconocerlo ni de acogerlo.
D/R
Webset Copyright ©2010 Paqui All Rights Reserved
  
      
  


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 15/12/2010 15:26
Precioso mensaje Paqui,
un abrazo para ti,
Araceli


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados