AMOR
1 Juan 4:16 "Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él".
El AMOR VERDADERO es fuerte, sano, eterno y perfecto, como lo es el amor de Dios.
Las benditas cadenas que unen a un hombre y a una mujer son de oro y no se rompen nunca, son sagradas atando a los esposos con un lazo indisoluble y fidelidad mutua.
El amor lleva obligaciones sagradas, es algo santo y divino, en donde cada uno tiene el placer en dar y recibir, sin cansarse jamás de estar unido a un solo amor, sino en complacerse mutuamente.
El amor es esa esencia que perfuma nuestra vida, es algo que trasciende, es una de las mayores riquezas que podemos encontrar dándonos felicidad, por medio de la comprensión, fidelidad, respeto y tolerancia.
Aquel hombre que ha podido llegar a encontrar el amor en la profundidad escondida del alma de una mujer, con todo su romanticismo vaporoso y sutil, debe unirse a ella en una unión total haciéndose una sola carne y una sola alma, y entonces sentirán la presencia de Dios que es AMOR y ÉL bendecirá sus ilusiones y sus realidades bajo un mismo lecho y bajo un mismo techo.
Solamente la fe en Dios puede hacer que el amor de los esposos pueda soportar las muchas pruebas, tormentas emocionales y miserias cotidianas que la vida nos presenta, elevándolos sobre todo ello, para vivir una larga vida de matrimonio.
El amor es una luz que ilumina nuestra existencia, y como dicen unos versos que no sé quien los escribió:
Amor, dijo la rosa, es el perfume
Amor, es un murmullo, dijo el agua
Amor, es un suspiro, dijo el céfiro
Amor, dijo la luz, es una llama.
LEONOR
No puede adjudicarse nada el hombre, si no le fuera dado desde arriba. Juan, 3:27