Novios y más sanos
Muchas parejas o matrimonios que llevan años de convivencia y se han asentado en una relación estable y sólida, pero a veces rutinaria y aburrida o plagada de problemas prácticos como hacer la compra, pagar las facturas o hacer las tareas domésticas, suelen recordar con anhelo su pasada etapa de novios, cuando vivían el uno para el otro bajo el cálido y dulce abrazo del amor.
"Teníamos menos dinero y tiempo para vernos que ahora, pero sin embargo, éramos mucho más felices y la vida nos parecía una aventura", señalan Javier y Elena, una veterana pareja que confiesa que le gustaría volver a sentirse como al principio, "cuando éramos novios y disfrutábamos cada instante compartido como si fuera algo especial e irrepetible".
Ahora los científicos acaban de descubrir una razón adicional, más relacionada con los problemas de la salud que con los afanes del amor, para echar de menos esa dulce etapa inicial de toda relación de pareja, en la que parece que todo es posible y está por descubrir, y en la que las mieles amorosas parecen destinadas a durar eternamente.
Investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de Florida (EE UU) han constatado que los estudiantes universitarios que mantienen un noviazgo tienen ventajas para la salud similares a las que se atribuyen a los miembros de un matrimonio felizmente casado, desde presentar menos depresiones, ansiedad y estrés que los solteros, hasta un menor riesgo de sufrir dolencias graves o crónicas.
En el estudio, el doctor Scott Braithwaite y su equipo de psicólogos, investigaron si la salud física y mental puede variar en función de la relación romántica no matrimonial y si este tipo de relación también protege de algunas conductas de riesgo.
Las ventajas de una relación estable
Para ello, contaron con la participación de 1.621 universitarios de 18 a 25 años a quienes se les preguntó sobre su tipo de relación amorosa, sobre si sufrían problemas psicológicos o afectivos o trastornos de la alimentación, y sobre si sus resultados académicos habían "sufrido" debido a gripes, lesiones, problemas de sueño, bronquitis, otitis o mononucleosis.
También se tuvo en cuenta el índice de masa corporal de los participantes en el estudio, así como si consumían alcohol, tabaco o drogas y su vida sexual durante el año académico.
Se comprobó que los estudiantes con pareja estable no sólo gozan de mejor salud mental sino que, además, tienen menos sobrepeso y obesidad que aquellos que permanecen sin pareja.
De acuerdo con los expertos el noviazgo podría "proteger" contra los comportamientos de riesgo, y los jóvenes que mantienen "relaciones románticas mantienen menos encuentros sexuales que los solteros y también abusan menos del alcohol.
Los investigadores creen que el "efecto protector" del matrimonio se ha comprobado que la gente felizmente casada tiende a fumar y beber menos, a conducir de forma más segura y estar más en forma que la no casada se iniciaría antes de contraerlo, durante la etapa previa del noviazgo.
La investigación es una de las primeras en indagar los efectos del noviazgo en la salud. En cambio, los efectos del matrimonio han sido más estudiados.
Por ejemplo, han encontrado que las mujeres que son felices con sus maridos o parejas tienen menos problemas para dormir que aquéllas que no mantienen una relación estable.
"Las mujeres felizmente casadas se quejan menos de dificultades para dormirse, despertares durante la noche o muy temprano por la mañana o un sueño inquieto, si se las compara con aquéllas que gozan de una menor felicidad conyugal".
Por su parte, los matrimonios felices reducen el riesgo de accidente cerebro-vascular en los hombres, de acuerdo con otro estudio.
La investigación encontró que los hombres solteros o aquellos que no están a gusto con sus matrimonios parecen estar en mayor peligro de morir debido a un derrame, coágulo o rotura de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro comparados con aquellos que tienen buenos matrimonios.
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