DAR Y AYUDAR

"Quien cierra sus oídos al clamor del pobre, clamará también y no será oído". ( Prov. 21:13)

Es desgarrante y triste ver tántos seres humanos viviendo en la pobreza, es una cruda realidad de ésta indiferente sociedad hacia la humanidad.

Es un problema social globalizado con mas pobreza en algunos países que en otros, no lo podemos solucionar, pero mientras tanto luchemos en lo que podamos.

Reflexionemos y no dejemos pasar el tiempo.

No debemos ser egoístas y pensar sólo en nosotros, miremos cómo nuestro prójimo sufre y llora su desventura.

Debemos ayudar y dar, sin esperar nada a cambio.

No existe valor mas grande que el "saber dar", porque a veces se dá de lo que sobra, lo que está demás en la casa, se dá sin darse cuenta que uno metió la mano en la cartera para sacar sólo unas monedas, sólo para que te deje en paz el que te las pidió.

Eso es dar fríamente, mecánicamente, pero "saber dar" es hacerlo con el corazón, deteniéndote unos segundos y mostrarle un gesto amable, una sonrisa, una palabra de amor, una muestra de cariño con calor de hermano.

Es algo muy bueno ser útil al prójimo, y más si lo hacemos con amor.

Prefiero la misericordia al sacrificio, nos dice nuestro Señor, misericordia con el hermano pobre y desamparado, con el que sólo tiene como amiga la pobreza y la estrechez.

SOLIDARIDAD, con una sóla palabra, muchas veces hasta los corazones más duros se mueven.

El hombre estira la mano para dar, no importa la religión, clase social, raza, nada detendrá al amor si sobre todo es al prójimo.

Es dando y ayudando cuando más se recibe felicidad.

Pobres de aquellos que no quieren dar ni ayudar.

"Mas bienaventurado es dar que recibir". ( Hechos, 20:35).

Debemos socorrer a los necesitados y mostrar compasión a los que se hallan en circunstancias difíciles.

Entregar la vida al servicio del hermano y haciendo obras de misericordia, para vivir con toda fe la doctrina de Cristo, que es AMOR, PAZ Y BIÉN, esa es la gran misión de todo buen cristiano.

Ayudemos a todos aquellos que viven en la miseria, a los enfermos, a los niños pobres que sufren frío y hambre andando solos por las calles peligrando su inocencia.

Los niños de la calle es lo inhumano de nuestra sociedad, uno se siente impotente, y cómo duele verlos sufriendo.

Tendamos nuestra mano, sin mirar jamás a quien, siempre con afecto y buenas palabras, todo eso ennoblece el espíritu.

Hay mucha gente que vive sola y sufre, ayudémosle infundiéndoles esperanza y tratando de cerrar sus heridas.

La pobreza es una cruda realidad que nos golpea, y muy fuerte, no debemos nunca de olvidarnos de ella.

Para conocerla realmente deberíamos ocupar el lugar del pobre, aunque sea sólo una vez, y recién ahí sabremos lo que ella significa: vivir despojados del derecho de vivir con dignidad.

Roguemos al cielo por los pobres y les concedamos nuestra solidaridad.

No tengamos miedo de dar por temor de que nos faltará, no será así.

Dar sin esperar recibir, eso es lo que cuenta, no sólo dar.

Que el amor de Dios more siempre en nosotros y se manifieste en la caridad al prójimo.

Si tenemos mucho, demos mucho, si tenemos poco, dar también de lo poco que tenemos.

Tener dinero y poder dar, es muy fácil, también debemos "trabajar" para ayudar.

Nunca nos vanagloriemos de lo que tenemos, pués en segundos podemos perder todo.

Demos gracias todos los dias por nuestros bienes, y sepamos compartirlos con nuestros hermanos.

"Demos y Ayudemos" siempre con amor, demostrando que somos buenos cristianos, haciéndolo en secreto, y nuestro Padre que vé en lo oculto, nos recompensará, ( Mateo,6:4)

"Tu valía no se mide por lo que tienes, se mide por lo que das". ( Mauro Mota)

LEONOR