Una
de las cosas que más
me impresiona sobre la Pasión
de nuestro Señor es el
pensar que cada golpe, cada
patada que recibió y
cada astilla del madero que
se incrustaba en su espalda
era soportado solo por el amor
de Jesús hacia nosotros
sus hijos. Pienso solamente
en el dolor, la angustia y la
desesperación de nuestro
Señor al saber que tenía
que seguir soportando pues de
otra forma su pueblo, nosotros,
se perdería.
A
veces nos vemos a nosotros mismos
y pensamos en todas las cosas
que nos hacen infelices. Pensamos
en esa soledad que queremos
dejar atrás y preguntamos
"¿por qué?".
O bien, dejamos tiradas las
cosas o nuestros seres amados
solo porque "no soportamos
mas".
Amigos,
ciertamente hay momentos en
que debemos tomar decisiones
de vida y que requieren abandonar
cosas o hacer cambios sumamente
drásticos. Sin embargo
esa es la última opción
y antes de tomar decisiones,
debemos hacer las cosas con
y por amor. Porque cada dolor,
cada lágrima, cada lamento
valen la pena si lo hacemos
por amor a los demás.
A
veces me preguntan cómo
hacer para seguir adelante en
medio de la prueba o la dificultad.
Mi respuesta es muy simple...hay
que hacerlo POR AMOR pues solo
así podremos soportar
los embates de la vida.
Ánimo
mis amados amigos, podemos seguir.
Podemos luchar. Podemos continuar
si aprendemos del mas grande
de los maestros. Cristo Jesús
quien nos muestra que con amor
todo es posible. Así
que no cargues tu cruz como
un castigo, abrázala
y ámala, camina y al
final tu premio será
mucho mas grande de lo que pudiste
haber imaginado.
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